PRAGA. Un hombre armado abrió fuego en un concurrido restaurante de una localidad en el este de la República Checa, donde asesinó a ocho personas y dejó herida de gravedad a otra antes de suicidarse.

 

El suceso se produjo cuando el céntrico restaurante “Amistad” de Uherske Brod, una localidad de 17 mil habitantes, se encontraba en plena hora de la comida.

 

Este es el acto de violencia con mayor número de víctimas en el país centroeuropeo en los últimos diez años, y el ministro de Interior, Milan Chovanec, descartó categóricamente que fuera un atentado terrorista y confirmó que el presunto autor del tiroteo contaba con una licencia de armas.

 

Alrededor de las 13:00 horas, el tirador entró en el céntrico restaurante y comenzó a disparar de forma indiscriminada contra los comensales con un arma de calibre 9 milímetros, según informó la cadena pública “Ceská Televize”.

 

Un testigo que se salvó porque estaba en el baño durante el ataque declaró que había unas 20 personas comiendo y se efectuaron alrededor de 25 disparos.

 

De las ocho víctimas mortales, siete son hombres y una es una mujer, mientras que otra mujer ha sido ya operada tras sufrir impactos de bala en el esternón y permanece en la unidad de cuidados intensivos en un hospital de una localidad cercana.

 

Por el momento se desconoce el motivo, si lo hubo, de elegir ese concurrido restaurante como el lugar del ataque, más allá de que estuviera lleno de gente.

 

Lo que sí se sabe es que, minutos antes del ataque, a las 12:56 horas, el presunto autor del tiroteo llamó por teléfono a la cadena de televisión privada “Prima” y avisó de sus intenciones.

 

“Nos dijo que tenía grandes problemas con muchas personas, que muchos le hacían daño y que no tenía otra salida, ya que las oficinas públicas no le ayudan y que, como tenía pistolas, lo iba a solucionar a su modo”, según explicó Pavel Lebduska, redactor de la cadena “Prima”, a la emisora pública “Cesky Rozhlas”.

 

“Me di cuenta de que el hombre no estaba bien de la cabeza y llamamos enseguida a la policía”, añadió

 

Según los medios locales, el supuesto atacante, de 62 años, no tenía historial delictivo y no había estado bajo tratamiento psiquiátrico.