TRÍPOLI. El ataque decidido por el gobierno del presidente golpista egipcio Abdelfatah Al-Sisi fue lanzado en represalia por el asesinato el domingo de una veintena cristianos coptos egipcios a manos del EI. Provocó la muerte de 69 personas, entre ellos, siete civiles, dos mujeres y cinco niños.

 

El ataque ocurrió en la ciudad de Derna, situada a mil 300 kilómetros al este de Trípoli y considerada el feudo de los seguidores de Abu Bakr el Bagdadi en Libia.

 

En un comunicado, las Fuerzas Armadas egipcias argumentaron que estos ataques se producen en cumplimiento de una resolución del Consejo de la Defensa Nacional, máximo órgano de decisión en asuntos de seguridad de Egipto, y ante el derecho “de defensa de la seguridad y estabilidad de su pueblo”.

 

El bombardeo tuvo lugar horas después de que el EI difundiera el vídeo de la presunta ejecución de una veintena de coptos egipcios que habían sido secuestrados en la ciudad de Sirte, en el norte de Libia, por extremistas leales al grupo yihadista.

 

Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en octubre de 2011 la OTAN apoyara con bombardeos aéreos a los rebeldes y contribuyera a derrocar el régimen dictatorial de Muamar Gadafi.

 

Desde entonces, esta nación mediterránea está dividida, con un gobierno rebelde en Trípoli y otro internacionalmente reconocido en Tobruk, que luchan por el control de la política y de los recursos naturales -en especial el crudo- apoyados por seguidores del antiguo régimen, milicias islamistas y nacionalistas, líderes tribales y señores de la guerra que trafican con armas, personas y drogas.

 

En este ambiente de anarquía militar han florecido grupos yihadistas afines al EI, que controla grandes extensiones de territorio en Siria e Irak, integrados por ciudadanos libios, pero también tunecinos, argelinos y de otras nacionalidades del Sahel.

 

Sin el visto bueno de Estados Unidos

 

Los bombardeos aéreos egipcios no son parte de la campaña militar de la coalición internacional creada para combatir al grupo yihadista, según indicaron altos funcionarios de defensa estadunidenses a la cadena ABC.

 

Esos bombardeos “no fueron un ataque de la coalición (…) Fue una decisión del Gobierno egipcio y no hemos visto indicios de que Estados Unidos haya estado involucrado en ningún sentido”, detalló bajo anonimato a la cadena un alto funcionario.

 

Rebeldes libios acusarán el ataque ante la ONU

 

El Consejo Supremo para la Defensa, que ejerce de Ministerio de Defensa en el Gobierno rebelde libio instalado en Trípoli, anunció que elevará una protesta formal ante la ONU por el bombardeo egipcio contra supuestas posiciones de grupos afines al Estado Islámico (EI) en Libia.

 

En declaraciones a los medios, Mohamad Abdul Kafi, vocero del citado Consejo, dudó, asimismo, de la veracidad del video del asesinato de una veintena de egipcios coptos a manos de grupos afines al EI en Sirte (norte libio) y dijo no tener pruebas de que se haya cometido una matanza así en territorio libio.

 

 

 

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