Elegancia, finura, sutileza: definiciones conceptuales que cobran forman en un lenguaje único, irrepetible, exquisitamente delicioso: es la esencia de Kazu Kumoto, chef propietaria de Torobi, una de las más congruentes expresiones de la cocina japonesa en México.

 

“En octubre de 2014 cumplí 45 años en México. Vine mucho más joven, ya casi el doble de tiempo de mi vida he vivido en México, más que en Tokio. Vine por dos años  con mi primer esposo que le tocó trabajar en México, duró un poco más de tiempo, después nos separamos y él se fue a Japón, inmediatamente se regresó, creo que voy a seguir.

 

“Comencé a cocinar entre 1975 y 1976, tuve muchas invitaciones para cocinar con mucha gente, con vecinos. En Japón cociné mucho más, estaba estudiando en Japón pero hubo un tiempo que no me dediqué a la cocina, pero ya tengo décadas en este oficio”, expresa.

 

Ha sido un periodo de transición muy bien determinado, dice, con una perspectiva muy diferente en México sobre la cocina del Japón.

 

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