Los restos de dos personas más fueron localizados en las seis fosas clandestinas ubicadas en el municipio de Chilapa de Álvarez, donde personal de la Fiscalía General de Guerrero halló los cadáveres de 10 personas, y 12 cabezas humanas abandonas en bolsas de plástico.

 

Luego de que el martes se reportó el hallazgo de más entierros clandestinos, en suma con la tendencia que desde el año pasado se registraba en la zona, la dependencia informó que fue en el punto conocido como El Huizache en la comunidad de Tepehuixco donde peritos en materia criminalística y personal del Servicio Médico Forense exhumaron los cadáveres de 10 personas, y 12 cabezas humanas.

 

De acuerdo con la información oficial, al menos siete de los cadáveres estaban maniatados y con huellas de tortura. A las pocas horas del hallazgo, ayer se informó que las diligencias en el lugar lograron ubicar dos restos humanos más con lo que hasta el cierre de esta edición sumaban 12 los cadáveres.

 

Según explicó a medios locales el director estatal del Servicio Médico Forense (Semefo), Édgar Lemus Delgado, podría demorar alrededor de tres meses la identificación de las cabezas y los cuerpos para determinar si existe algún tipo de vínculo con los cadáveres calcinados y decapitados localizados en el mismo municipio en noviembre pasado.

 

Tras las diligencias, el personal del Semefo trasladó los cuerpos a la ciudad de Chilpancingo para la necropsia de ley, además de que se inició la indagatoria correspondiente en la Fiscalía estatal para determinar la identidad y móvil de los homicidios.

 

“Sobre estos hechos, tomaron conocimiento el titular del Ministerio Público del fuero común de Chilapa de Álvarez, Agustín Peña Fajardo, los peritos en criminalística de campo, el comisario municipal de Tepehuixco y el propietario del predio donde se encontraron las fosas”, indicó la fiscalía.

 

El 27 de noviembre de 2014 fueron localizados los cadáveres de 11 personas la mayoría de ellos jóvenes de entre 20 y 25 años, decapitados, semicalcinados y con huellas de tortura, abandonados sobre la carretera Chilapa-Ayahualulco. Un mes después, el 29 de diciembre, el cadáver de un hombre fue hallado enterrado clandestinamente en las inmediaciones del panteón de la localidad de Ajacayán, en el mismo municipio.