BERKELEY. Violentas protestas estallaron en un suburbio de St. Louis después que otro adolescente negro fue abatido a tiros por un policía blanco.

 

El jefe de la Policía del Condado de St. Louis, Jon Belmar, dijo que el agente estaba interrogando al joven de 18 años y a otro hombre sobre un robo el martes por la noche en una tienda en Berkeley cuando el joven sacó una pistola de 9mm y le apuntó. El policía se cayó de espaldas, pero disparó tres veces, acertando al adolescente con uno de los disparos, dijo Belmar.

 

Berkeley está a unos tres kilómetros de Ferguson, donde un policía blanco mató a tiros a Michael Brown, un adolescente negro desarmado, el 9 de agosto. La muerte de Brown desató semanas de protestas en ocasiones violentas, y la decisión de un jurado investigador de no presentar cargos contra el policía generó n movimiento nacional de protesta contra la brutalidad policial.

 

Belmar declinó identificar por su nombre al joven de 18 años muerto en Berkeley, pero una mujer en el lugar de los hechos dijo a reporteros que ella era su madre y lo identificó como Antonio Martin.

 

El policía de 34 años, blanco y con seis años en la Policía de Berkeley, fue colocado en licencia administrativa hasta que concluya la investigación, dijo Belmar.

 

“El cargará con eso el resto de su vida, ciertamente el resto de su carrera”, dijo Belmar. “Nadie gana en esta situación”.

 

El alcalde de Berkeley, Theodore Hoskins, dijo que la municipalidad investigará exhaustivamente el incidente. Pero dijo que cualquier comparación con el caso de Michael Brown es injusta.

 

En una conferencia de prensa el miércoles, Hoskins subrayó que las situaciones son diferentes. Hizo notar que video de seguridad muestra a Martin apuntando una pistola contra el agente que le disparó. Además, Ferguson tiene una fuerza policial mayormente blanca, pero la mayoría de los policías en Berkeley son negros.

 

La policía dio a conocer imágenes de video tomadas por una cámara de seguridad en el estacionamiento fuera de la tienda. El video, de casi dos minutos, muestra a dos jóvenes saliendo de la tienda al mismo tiempo en que llega el coche patrullero. Los policías se bajan y hablan con ellos. Aproximadamente minuto y medio más tarde, uno de los jóvenes alza el brazo, aunque lo que tiene en la mano es difícil de distinguir porque estaban a cierta distancia de la cámara. Belmar dice que era una pistola de 9mm.

 

El otro hombre escapa corriendo y la policía lo está buscando.

 

Es la tercera muerte a tiros de un sospechoso negro a manos de un policía blanco en el área de St. Louis desde la muerte de Brown. Kajaime Powell, de 25 años, fue abatido el 9 de agosto tras acercarse a policías en St. Louis con un cuchillo. Vonderrit Myers Jr., de 18, fue abatido el 18 de octubre tras presuntamente dispararle a un policía.

 

Todas las muertes han causado protestas y una muchedumbre se congregó el martes por la noche y el miércoles por la madrugada en Berkeley. La protesta, de unas 300 personas, se tornó violenta.

 

Los manifestantes se arremolinaron en torno a los surtidores de la gasolinera, algunos gritando y retando a los agentes de policía.

 

Agentes de varias agencias se plantaron entre los manifestantes.

 

Al otro lado de la calle, las puertas de cristal de otra gasolinera estaban destrozadas y había policías delante de la puerta, cortando el acceso al negocio.

 

GH