LOS ÁNGELES. Una poderosa tormenta que causó dos muertes en Oregon, apagones en el estado de Washington e inundaciones en la zona de San Francisco, impidiendo la concurrencia al trabajo o la escuela, avanzaba el viernes hacia el sur de California, donde provocó deslaves y evacuaciones.

 

Avalanchas de barro y escombros bloquearon tramos de la Autopista Costera del Pacífico, dijo el meteorólogo Stuart Seto.

 

La lluvia era intensa en los condados de Ventura y Los Ángeles, donde se temían inundaciones repentinas.

 

Se pronosticó que el centro de la tormenta llegaría a la zona de Los Ángeles poco antes del amanecer, dijo Seto.

 

Se tomaron medidas preventivas el jueves por la noche en Glendora, un suburbio de Los Ángeles donde meses atrás un gran incendio despojó las laderas de vegetación.

 

En Oregon, el vendaval derribó un árbol, matando a un hombre sin hogar que dormía en una vereda y un adolescente falleció también después de que un gran árbol impactase sobre el coche en el que viajaba, haciendo que desviase y golpear otro árbol.

 

Un enorme ráfaga tiró un abeto de 80 pies de alto en una escuela primaria de Santa Cruz, atrapando a un estudiante de sexto grado por un brazo durante 15 minutos hasta que pudieron liberarlo con una motosierra.

 

“Inesperado, muy inesperado”, dijo Zachary Roberts, director de la escuela de primaria Gateway, que cerró el centro mientras el pequeño fue atendido y dado de alta de un hospital.

 

La tormenta “Pineapple Express” lleva aire caliente y grandes cantidades de agua en una poderosa corriente que se extiende desde Hawai al continente y las montañas, donde las ráfagas de hasta 225 kilómetros por hora (140 mph) soplaban a través de pasos, dañando viviendas en el área del lago Tahoe.

 

La corriente dejó San Francisco empapado pero cálido, con temperaturas de 15.5 grados (60 grados Fahrenheit), a unos 5 grados Fahrenheit por encima de la media para esta época del año.

 

Las olas se estrellaron en el litoral en todo el área de la bahía, los transbordadores estuvieron amarrados a puerto, los aviones se quedaron en tierra y muchas escuelas y negocios dijeron a la gente a quedarse en casa.

 

Las ráfagas hicieron que los conductores tuviesen que sujetar con fuerza el volante de sus vehículos en el puente Golden Gate, donde los responsables crearon una zona de seguridad para evitar colisiones frontales entre coches que se salían de su carril.

 

El icónico puente colgante está diseñado para mecerse con vientos cruzados por lo que “la preocupación que tenemos en este momento es más por los coches “, dijo la portavoz Priya David Clemens.

 

Las autoridades del condado de Sonoma recomendaron que cientos de personas evacuasen al menos 300 viviendas de las zonas más bajas cerca del rio Ruso, que se esperaba empezase a desbordar durante la noche. El punto álgido de las inundaciones en las localidades de Guerneville y Monte Río estaba previsto para las 10 am del viernes, dijeron los meteorólogos.

 

Las autoridades advirtieron de inundaciones menores a lo largo del río Sacramento en el condado de Tehama y Cache Creek en el condado de Yolo.

 

Equipos de Pacific Gas & Electric Co. trabajaron para devolver la electricidad a 110 mil personas, frente a los 166.000 que había sin servicio antes el jueves. El mayor número de afectados se concentró en San Francisco, con siete mil 400 clientes, dijo la empresa. Un mapa online de la compañía mostraba luces en miles de kilómetros cuadrados, desde Humboldt, cerca de la frontera de Oregon al Gran Sur, en la costa central.

 

Las estaciones de esquí en el norte de Sierra Nevada — donde se cerraron escuelas y carreteras por las nevadas y cortes de electricidad — esperaban unos 90 centímetros (3 pies) de nieve una vez que cuajase.

 

Aunque se espera que las lluvias continúen hasta el viernes por la noche en gran parte de California, los agricultores del estado necesitarían más tormentas del tamaño de “Pineapple Express” para empezar a recuperarse de una sequía histórica.

 

GH