WASHINGTON. Fue el primer sospechoso de alto nivel de Al Qaeda capturado después de los ataques del 11 de septiembre del 2001 y el primero que desapareció en las prisiones secretas de la agencia. Fue también el primer detenido sujeto a ruidos intensos y privación del sueño, y el primero en ser sometido al simulacro de ahogo bajo el agua. La odisea de Zubaydah fue el ejemplo sobre el tratamiento brutal a sospechosos de terrorismo, según el informe del Comité del Senado difundido el martes.

 

El informe cita la detención de Zubaydah en Pakistán en marzo del 2002 como un momento decisivo en la actitud del gobierno de George W. Bush ante los sospechosos de terrorismo, y el desarrollo de tácticas coercitivas de la CIA.

 

Estados Unidos sometió a tratamiento brutal a veintenas de sospechosos de terrorismo con tácticas de interrogatorio que convirtieron las prisiones secretas de la CIA en cámaras de sufrimiento y no contribuyeron para nada a reforzar la seguridad nacional después de los ataques del 2001, concluyeron el martes los investigadores del Senado.

 

Las tácticas incluyeron reclusión en recintos diminutos, semanas de privación de sueño, ahogo simulado, bofetadas y golpes, amenazas de muerte o de herir o abusar sexualmente a familiares de los cautivos. El informe catalogó la inmersión en baños de agua helada, amenazas de muerte, encadenamiento en cámaras frías y muchas otras tácticas. Muchos detenidos padecieron problemas sicológicos.

 

El caso de Zubaydah ofrece una visión personal de dichas experiencias.

 

Mientras la CIA sometía a Zubaydah a una gama de interrogatorios brutales, los asesores legales del presidente George W. Bush escribían memorandos en los que citaban el caso de Zubaydah para justificar medidas extremas, dijo el informe.

 

PAG-14-2_AP_CIA_Reporte-de-Tortura

 

Zubaydah fue sometido 83 veces al simulacro de ahogo en un solo mes, agosto del 2002, según un documento legal previamente conocido. El nuevo informe del Senado dijo que los interrogadores de la CIA tenían un plan preparado para deshacerse del cadáver de Zubaydah si llegaba a morir durante los interrogatorios. Iba a ser cremado.

 

Los efectos físicos sobre el detenido fueron inmediatos y pronunciados. Presionado con un trapo mojado en la cara, Zubaydah se tornó “completamente insensible, mientras despedía burbujas por la boca”, según correos electrónicos de la CIA citados en el informe. Fue golpeado por sus captores y estuvo encapuchado hasta que le mostraron una caja del tamaño de un féretro. Fue encerrado en una celda diminuta reducido a gemidos e histeria, según el informe.

 

El tormento de Zubaydah fue el modelo para los interrogatorios de la CIA, agrega el documento. Los interrogadores tuvieron a mano personal médico de la CIA especializados en los límites de la resistencia humana, mientras funcionarios del gobierno de Bush redactaban los documentos legales acerca de cómo tratar a futuros sospechosos de terrorismo. A pedido de la CIA, dice el informe, altos funcionarios en el Departamento de Justicia de Bush aprobaron el uso del ahogo simulado y otras tácticas coercitivas para humillar a Zubaydah y autorizar un régimen restrictivo que controlaba cada aspecto de su vida.

 

Agentes de Estados Unidos y Pakistán arrestaron a Zubaydah en Faisalabad y lo hirieron en un tiroteo en marzo del 2002. Fue conducido a una prisión en un país no identificado en el informe pero confirmado como Tailandia según documentos legales, versiones de prensa e investigaciones internacionales. Mientras convalecía, Zubaydah fue interrogado por el FBI y la CIA. Pero los veteranos del FBI se retiraron pronto protestando por las técnicas abusivas de la CIA.

 

Zubaydah fue sometido al ahogo simulado hasta dos veces por día durante semanas. Incluso algunos veteranos de la CIA en la prisión tailandesa se horrorizaron por el hecho, según el informe. En un cable, un miembro del personal dijo que “varios del equipo se afectaron profundamente, algunos hasta el punto de las lágrimas”.

 

En un discurso en el 2006, Bush afirmó que el detenido era “un alto jefe terrorista y allegado de Osama bin Laden”. José Rodríguez, el funcionario de la CIA que supervisaba el interrogatorio desde la sede de la agencia en Virginia, dijo que Zubaydah “empezó a cooperar a los tres meses” y dio informaciones “que nos permitieron capturar a muchos altos jefes de al-Qaida”.

 

El informe del Senado dijo que nada de eso era cierto, que Zubaydah era un personaje menor en la jerarquía de al-Qaida y que no dio informaciones sustanciales sobre confabulaciones ni estructura.

 

 

Exjefe de CIA niega haber mentido a Bush

 

El exdirector de la CIA Michael Hayden negó haber mentido a George W. Bush y al Congreso sobre las prácticas de interrogatorio de esa agencia, que fueron “más brutales”, según una investigación del Senado estadounidense. “Yo no mentí ni engañé al Congreso”, se defendió Hayden, quien dirigió la CIA en el segundo mandato de Bush, durante una entrevista con la cadena NBC.

 

 

Impunidad a nombre de “seguridad nacional”

 

 

La organización Amnistía Internacional (AI) ha afirmado que las torturas practicadas por la CIA  ponen de manifiesto la impunidad de las violaciones de los derechos humanos en nombre de la “seguridad nacional” y que a pesar de las pruebas históricas, nadie ha sido procesado.

 

 

Polaco reconoce permiso

 

 

El expresidente polaco, el socialista Aleksander Kwasniewski, reconoció que Estados Unidos utilizó durante parte de su mandato instalaciones militares polacas para fines de seguridad, aunque aseguró que desconocía que allí se hubieran practicado torturas a presuntos terroristas de Al Qaeda.