Dos meses y medio después de la desaparición forzada de 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, se confirmó con pruebas de ADN que por lo menos uno de ellos sí está muerto. Los trabajos forenses continúan, aunque hay pocas probabilidades de que se pueda reconocer a todos los demás al cien por ciento.

 

El procurador Jesús Murillo Karam confirmó ayer que la prueba de ADN realizada a una pieza de hueso en la Universidad der Innsburck, Australia, cuyos resultados se recibieron el 4 de diciembre, reveló la identidad del normalista Alexander Mora Venancio, quien tenía 21 años de edad.

 

Los resultados de dicha prueba, que ya quedaron asentados en la averiguación previa PGR7SEIDO/UEIDMS/871/2014, arrojaron previo análisis comparativo con el material genético de los familiares de los normalistas, que el ADN pertenece a un individuo masculino (Alexander Mora) que es hijo del Ezequiel Mora.

 

El titular de la PGR subrayó que esos son los resultados de 1 de 17 muestras que fueron enviadas a laboratorios en Europa para su análisis ya sea con pruebas de ADN nuclear o mitocondrial, o en su defecto con otras técnicas forenses.

 

Las muestras enviadas son resultado de la selección hecha por peritos mexicanos y argentinos respecto a los restos que pudieran tener mayor probabilidad de éxito en reconocimiento genético.

 

En ese contexto, las fuentes ministeriales consultadas por 24 HORAS señalaron que en los próximos días podría darse la confirmación de más víctimas, sin embargo los restos encontrados son insuficientes para reconocer a los 43 desaparecidos. En todo caso, y suponiendo que los 16 restos correspondan a personas distintas, faltarían otras 26 por ser identificadas.

 

“Es muy posible que muchos padres no reciban algún fragmento”, dijo un funcionario con pleno conocimiento del caso.

 

Según las declaraciones reunidas por la PGR de sicarios del grupo criminal autodenominado Guerreros Unidos, los restos de las personas que fueron quemadas durante 14 horas en un basurero de Cocula fueron distribuidos en ocho bolsas de plástico que luego fueron vaciadas en el río. Las autoridades solo pudieron ubicar una de ellas con restos y cenizas aun en el interior.

 

Tres tiempos y cien sospechosos

 

Las investigaciones de la PGR identifican a más de un centenar de personas que participaron directa o indirectamente en el ataque de los 43 normalistas; 27 de ellos están prófugos. La cadena de responsabilidades se extiende en tres tiempos de la tragedia.

 

El 26 de septiembre los estudiantes de Ayotzinapa, a bordo de varios camiones, llegaron cuando ya caía la noche a Iguala. Los normalistas sostienen que fueron a esa zona como parte de sus actividades para recaudar fondos de sus próximas movilizaciones.

 

Sin embargo, los autores intelectuales del caso, que la PGR reiteró son el ex alcalde de Iguala José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda, consideraron que los normalistas querían alterar un evento de esta última así que ordenaron que actuara en contra de ellos.

 

La ex pareja presidencial fue detenida en Iztapalapa el pasado 4 de noviembre. Abarca fue consignado por otros delitos federales y Pineda está arraigada. Ninguno ha sido acusado aun ante el juez por el caso Ayotzinapa.

 

El segundo momento fue el taque en contra de los normalistas, que dejó a tres de ellos muertos y a 43 más secuestrados, en una acción conjunta entre las fuerzas municipales de Iguala y Cocula, ambas coludidas con Guerreros Unidos. Los agentes corruptos incluso alteraron bitácoras de patrullajes para encubrir lo ocurrido.

 

De acuerdo con la PGR, en esta fase participaron por lo menos 60 agentes municipales, de los cuales 44 ya están detenidos y hay 16 prófugos. Entre los prófugos destacan el jefe de la Policía de Iguala, Felipe Flores Velázquez, y el subjefe Francisco Salgado Valladares.

 

Tras ser detenidos ilegalmente, los normalistas fueron entregados a integrantes de Guerreros Unidos en la zona conocida como Puente del Coyote. El lugarteniente del grupo criminal, actualmente prófugo, Gildardo López Astudillo, alias El Gil, informó de lo ocurrido al jefe del grupo Sidronio Casarrubias (quien ya está detenido) autorizó el homicidio.

 

La PGR reveló ayer que 16 sicarios ejecutaron y quemaron a las personas que les entregaron. De ellos solo hay cinco detenidos y los demás prófugos. Entre los capturados están Patricio Reyes Landa, Jonathan Osorio Gómez, Agustín García Reyes, cuyas declaraciones permitieron reconstruir los últimos minutos de las víctimas y el sitio donde fueron colocados y abandonados los restos.

 

“Esta Procuraduría no cesará en su investigación ni en su operación, hasta que todos los detenidos, todos los culpables, todos los responsables estén consignados con certeza”, prometió ayer Murillo Karam.