WASHINGTON. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, nominó hoy a Ashton Carter como nuevo secretario de Defensa en una ceremonia en la Casa Blanca en la que destacó su amplia experiencia.

 

Carter, que fue número dos del Pentágono entre 2011 y 2013, y anteriormente subsecretario para Adquisiciones, Tecnología y Logística (2009-2011), es “uno de los líderes nacionales de seguridad más importantes de nuestro país”, señaló Obama.

 

De 60 años y experto en seguridad nacional, Carter tiene a sus espaldas una larga carrera en el Departamento de Defensa y recibió la confirmación unánime del Senado en todos sus puestos.

 

Obama indicó que, durante sus cinco primeros años como presidente, Carter “ha estado a mi lado para tratar los complejos desafíos de seguridad a los que nos enfrentamos, he confiado en su experiencia y en su juicio”.

 

Licenciado en Física e Historia Medieval por la Universidad de Yale, Carter renunció a seguir siendo el subsecretario de Defensa hace un año alegando motivos personales y porque, al parecer, se sentía incómodo a las órdenes del secretario saliente, Chuck Hagel, dadas sus aspiraciones de dirigir esa cartera.

 

Obama celebró que el nominado “esté dispuesto a volver” y, entre sus logros, destacó que ayudó a crear un programa para desmantelar armas de destrucción masiva y reducir el terrorismo nuclear, una de sus áreas de especialidad.

 

Además, como gestor -dijo el mandatario- es un “reformista” que “nunca tiene miedo” a cancelar un programa de armas ineficientes y conoce el Pentágono “de arriba a abajo”, lo que le permitirá cumplir con su misión desde el primer día.

 

El presidente destacó que Carter, que ha servido en diferentes puestos bajo once secretarios de Defensa, es “respetado” y cuenta con la “confianza” de republicanos y demócratas, además ha trabajado de cerca con los líderes militares y es “admirado” por el personal civil del Departamento.

 

Obama comentó que tendrá que enfrentarse a los nuevos retos de la seguridad nacional, como acabar con el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que se ha hecho con el control de partes de Irak y Siria; finalizar la misión de combate en Afganistán, que acaba este mes; pero también la lucha contra el ébola en África Occidental.

 

Impulsar las capacidades para aumentar la defensa cibernética, la seguridad de los satélites e invertir para adaptar las Fuerzas Armadas a las nuevas amenazas a largo plazo, también estarán entre las tareas de Carter, todo ello “con un enfoque más responsable de los gastos de defensa”, según el presidente.

 

Por su parte, Carter señaló que aceptó este desafío profesional “por la importancia de los retos estratégicos que enfrentamos”, y se comprometió a dar su asesoramiento “más sincero”.

 

En la ceremonia, estuvieron presentes el vicepresidente de EE.UU., Joe Biden; miembros del Congreso y de la familia de Carter, pero no el secretario de Defensa saliente, aunque estaba previsto que acudiera.

 

Fuentes de defensa indicaron que Hagel no asistió a la Casa Blanca para no restarle protagonismo a su sucesor, porque “este día pertenece a Ash Carter”.  DM