El Banco de México (Banxico) señaló el viernes que la depreciación que ha sufrido el peso, que está operando en sus mínimos de dos años y medio, podría representar un riesgo al alza para la inflación en medio de un deterioro del balance de riesgos para la economía.

 

En su comunicado de política monetaria, el banco central dijo, sin embargo, que la evidencia de años demuestra que el traspaso de movimientos cambiarios a los precios es bajo y que su efecto sobre la inflación tiende a ser transitorio.

 

El peso mexicano se ha desplomado un 5.7 por ciento desde mediados de noviembre hasta la fecha, golpeado por la expectativa de una pronta alza de tasas de interés en Estados Unidos y más recientemente por una caída del precio internacional del petróleo.

 

En tanto, la inflación de México se ubicó en un 4.16 por ciento anual hasta la primera quincena de noviembre, por arriba de la meta del instituto emisor, del 3.0 por ciento +/- un punto porcentual.

 

Por otra parte, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió mantener en 3.0% el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, de acuerdo con su anuncio de política monetaria publicado esta mañana.

 

Dicha decisión, explicó el instituto central, debido a las estimaciones respecto de que la postura monetaria es congruente con la convergencia eficiente de la inflación a la meta de 3.0% y añadió que se estará atento al desempeño de la inflación y sus expectativas.

 

En ese sentido, indicó que vigilará la evolución del grado de holgura en la economía ante la recuperación prevista, al considerar los efectos que la implementación de las reformas estructurales pudiera tener sobre la oferta y demanda agregadas de la economía nacional, y la postura monetaria relativa de México frente a la de Estados Unidos.

 

El anuncio de política monetaria del Banco central estuvo en línea con lo esperado por los analistas.  (Con información de agencias)  DM