Los altos índices de secuestros, robos, desapariciones forzadas entre otros delitos de alto impacto en el país han propiciado que la industria del blindaje de vehículos, la adquisición de equipo y servicios de seguridad privada vaya en aumento, siendo 70% de los clientes usuarios particulares y no necesariamente personas del sector empresarial o servidores públicos.

 

Luego de que en 2013, la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA) registró un total de 2 mil 214 automotores blindados, con la tendencia al alza en este 2014 se prevé que para el cierre de año las empresas dedicadas en la materia coloquen entre 2 mil 500 y 2 mil 700 unidades.

 

“Los delitos de alto impacto como secuestro y robo con violencia que se registran todos los días en las principales ciudades del país como el Distrito Federal, Monterrey, Guadalajara, Querétaro y Puebla, marcan una tendencia a la alta por la adquisición de productos y servicios de seguridad, y los autos blindados no son la excepción”, advirtió José Eduardo Llanos Valderrama, presidente de la AMBA.

 

Aunque reconoció que la adquisición de ese tipo de vehículos no es del todo económico, sostuvo que la mayoría de los afiliados a la asociación manejan esquemas de financiamiento para hacerlos accesibles a un porcentaje más amplio de la población.

 

Llanos Valderrama destacó que debido a la situación de violencia e inseguridad imperante en varias partes del país, la labor de los empresarios en seguridad privada (guardias, escoltas, tecnólogos y blindadores de autos, entre otros) es coadyuvar en tareas de protección de la población, donde señaló la ciudad de México como uno de los lugares con la más fuerte demanda de medidas de seguridad de última generación.

 

Sobre el crecimiento en la industria, indicadores de la AMBA apuntan que del total de unidades blindadas con las que pretenden cerrar el año, 70% son para usuarios particulares que adquieran principalmente autos blindados en Nivel III.

 

Dicho nivel equivale a la protección de asaltos o secuestros exprés, y es capaz de resistir impactos de armas desde calibre .22 hasta la Beretta, magnum 44 y otras, incluyendo subametralladoras como la Uzi que emplea balas 9 milímetros.

 

Cuando en 2011 la industria del blindaje cerró con la comercialización de 2 mil 950 vehículos; para 2012 registró un incremento de 3 mil 103, mientras que en 2013 el nivel volvió a disminuir en 2 mil 214 automotores, y para este año se prevé un aumento de 21.95%.