Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, quien por décadas vivió en el corazón del público de América Latina, será recordado como uno de los más grandes productores y comediantes que mostró su talento en cine, teatro y televisión.

 

El creador de personajes como El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado nació el 21 de febrero de 1929 en la Ciudad de México y se distinguió como actor, comediante, dramaturgo, escritor, guionista, compositor, director y productor de televisión.

 

Hijo de la secretaria bilingüe Elsa Bolaños Cacho y del pintor, dibujante e ilustrador Francisco Gómez Linares, Roberto desde pequeño mostró sus dotes creativos.

 

Estudió ingeniería en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); sin embargo, éste no fue su camino y muy pronto lo descubrió.

 

Inició su carrera como creativo de publicidad, lo que lo llevó a conectarse con la radio y la televisión. En la década de los años 50 fue un guionista muy activo y logró trabajar para Viruta y Capulina, con quienes en 1960 se inició como actor con Dos criados malcriados.

 

Aun cuando demostraba sus aptitudes como actor, Bolaños decidió continuar como escritor, contribuyendo con guiones para películas y programas de televisión.

 

A la par, en su vida personal, en esa época se casó con Graciela Fernández, con quien procreó seis hijos.

 

En el ámbito laboral, su ingenio hizo que adquiriera el sobrenombre que le ha dado fama y lo ha hecho inolvidable, “Chespirito”, el cual se debe al director cinematográfico Agustín P. Delgado, derivado del diminutivo de la pronunciación españolizada de William Shakespeare.

 

Lo anterior, sumado a su baja estatura y a su talento para escribir historias semejantes a las de Shakespeare.

 

Entre 1960 y 1965, “Chespirito”, como ya era llamado, continuaba escribiendo guiones para dos de los más afamados programas de televisión de la época: “Cómicos y canciones” y “El estudio de Pedro Vargas”

 

Para 1968 inició transmisiones la Television Independiente de México y Bolaños fue llamado como escritor, con la oferta de usar a su antojo una media hora semanal a su cargo.

 

De esta forma Bolaños comenzó formalmente su carrera como actor, naciendo emisiones entrañables como “Los supergenios de la mesa cuadrada”, pero fue en la décadas de los 70 cuando logró tener un programa propio que denominó “Chespirito”, el cual nunca imaginó que lo fuera a convertir en un icono de América Latina.

 

En esa emisión de una hora nacieron personajes como “El Chapulín Colorado”, un inocente héroe, quien por azares del destino se metía en líos, aunque siempre salía bien librado.

 

Más tarde llegó el carismático niño “El Chavo”, quien vive en una vecindad rodeado de singulares personajes como “Doña Florinda”, “La Chilindrina”, “Don Ramón” y “Quico”, entre otros.

 

Esta emisión se comercializó en América Latina gozando de excelentes resultados, los cuales continúan hasta el día de hoy.

 

También protagonizó películas mexicanas, escritas y actuadas por él mismo como, El chanfle, El chanfle 2, Don Ratón y Don Ratero, Charrito y música de viento.

 

Lejos de sus personajes conocidos en televisión, Chespirito también se arriesgó a hacer teatro con la obra 11 y 12, con la que ofreció 28 mil funciones.

 

El actor, director y guionista recibió diversos homenajes dentro y fuera del país. Desde 2009, Gómez Bolaños comenzó a presentar problemas de salud, los cuales lo obligaron a dejar la Ciudad de México e irse a radicar a Cancún, Quintana Roo.

 

El 28 de mayo de 2011, Chespirito se integró a las redes sociales, abriendo su cuenta de Twitter y teniendo un gran número de seguidores.

 

Su esposa, la actriz y productora Florinda Meza, con quien contrajo matrimonio en noviembre de 2004, luego de 27 años de vivir juntos, fue la persona que se mantuvo junto a él hasta el final de su existencia.

MG