PARIS. El descubrimiento accidental de un primer folio original de las obras de Shakespeare en una pequeña biblioteca en el norte de Francia ha generado gran emoción en el mundo de los estudiosos de El Bardo de Avon, encargado de transmitir historias, leyendas y poemas de forma oral.

 

El hallazgo eleva el total de folios conocidos a 233, y es importante porque cada primer folio puede contener variaciones que arrojan luz sobre las intenciones de Shakespeare. Entre las 900 páginas del más reciente descubrimiento hay raras anotaciones que sugieren que se usó para una actuación.

 

Los apuntes “podrían decirnos algo sobre la recepción de Shakespeare en la época, cómo fueron pensados como textos para actuaciones”, dijo Stanley Wells, presidente honorario de la Shakespeare Birthplace Trust, la principal fundación benéfica que promueve la obra, vida y época del más grande de los dramaturgos de Inglaterra.

 

Los estudiosos aún no han tenido la oportunidad de comparar minuciosamente los textos con otros folios para determinar las variaciones que contendría el último hallazgo.

 

France Shakespeare Folio
Foto: AP

 

Remy Cordonnier, el director de la colección medieval y moderna temprana de la biblioteca de Saint-Omer, encontró el folio entre las pertenencias de un jesuita evangelista, legadas por una universidad jesuita del pueblo ahora extinta.

 

“Al principio traté de mantener el raciocinio porque no estaba 100% seguro de su autenticidad”, dijo Cordonnier.

 

Faltaban 12 portadas, que documentan la fecha y lugar de impresión. Así que Cordonnier pidió ayuda a Eric Rasmussen, un especialista en primeros folios de Shakespeare radicado en Nevada, quien viajó al pequeño pueblo cerca de Calais para examinarlo. Rasmussen concluyó que estaba entre unos 750 primeros folios de Shakespeare que fueron impresos en 1623, siete años después de la muerte del dramaturgo.

 

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Los primeros folios son las primeras colecciones completas impresas de las obras de Shakespeare. Dieciséis obras de Shakespeare, incluyendo “La tempestad” y “Macbeth”, no se imprimieron durante la vida del bardo, lo que significa que el primer folio las salvó del olvido. Un primer folio en 2006 se vendió en Christie’s por 6.8 millones de dólares.