Siete meses después el triunfo regresó a CU cuando Pumas más lo necesitaba; 4-2 sobre Rayados. La víctima: un Monterrey que en la última jornada del Apertura 2014 corroboró un desplome que le hizo cerrar con seis fechas sin ganar, mientras que los felinos alcanzaron a meterse a la Liguilla por el título, como dirían en el colegio ¡de puro panzazo!, y ahora deberá medirse al superlíder América en los cuartos de final, a partir del miércoles en la cancha de Ciudad Universitaria.

 

Duelo de arranque loco, de unos auriazules hambrientos, sabedores que el triunfo significaba vida y cualquier otro resultado fracaso, por eso no fue extraño que para el minuto cinco del cotejo Dante López ya estuviera celebrando para los locales el 1-0, que se ampliaría cinco minutos después gracias al disparo de larga distancia de David Cabrera. Eran 10 minutos de partido y pumas ya ganaba 2-0, algo inédito en la campaña.

 

Por eso el pesimismo cuando Omar Arellano descontó sobre el minuto 13; después de todo, si algo caracterizó a Pumas en la campaña fue su manía de perder ventajas claras en CU y terminar por empatar partidos que estaban prácticamente ganados. Sólo que el mediodía de ayer las cosas serían distintas, todo porque ahora sí, la contundencia estaría de los del bando universitario.

 

Fue la sensación que dejó Eduardo Herrera, el canterano que gusta de utilizar el pumota en el pecho para celebrar como si descubriera la “S” del superhombre más famoso del comic. El mismo que aprovechó un servicio de un productivo Dante López para el 3-1 sobre el minuto 16. Primer tiempo loco que cerró con una nueva amenaza rayada cuando antes del descanso Candido Ramírez hizo el 3-2.

 

Pero la suerte estaba echada, y cuando al minuto 64 Eduardo Herrera celebró el 4-2 de Penalti todo tomó forma. Monterrey entraría a la Liguilla a la baja, como sexto general y Pumas de panzazo, como octavo, pero con ánimo renovado.