Costa de Marfil y Camerún protagonizaron esta semana un episodio antideportivo en el último juego de eliminatoria para la Copa Africana de Naciones de Guinea Ecuatorial, que se realizará en enero próximo.

 

Camerún llegaba clasificado al último partido, era mero trámite, en tanto, Costa de Marfil necesitaba de cuando menos un empate para ganar el boleto a la máxima justa del continente a nivel selecciones.

 

A unos minutos de terminar el encuentro que estaba empatado a cero, los jugadores de Costa de Marfil retuvieron el balón en su campo para que el tiempo pasara, los camerunés indolentes solo observaron y se dedicaron a dejar correr el reloj.

 

El amaño tan ominoso del resultado desató un escándalo que ha puesto en entre dicho la participación de ambos equipos en la justa, no son pocas las voces que piden los suspendan por este acto antideportivo.


El acto hizo recordar el partido entre Alemania y Austria en El Molinón de Gijón durante el Mundial de España en 1982.

 

En aquella ocasión en el grupo 2 donde además de los europeos estaban Argelia y Chile.

 

Una combinación de resultados ponía a Argelia calificado a la siguiente fase siempre y cuando Austria perdiera por dos o más goles contra los germanos.

 

A los 10 minutos de juego, Horst Hrubesch anotó el 1-0 para Alemania, a partir de entonces ambos equipos renunciaron a atacar.

 

La actitud indolente de los jugadores enardeció a los aficionados que llenaban el estadio, desde las gradas se escuchaban consignas como “¡que se besen, que se besen!”,  en apoyo al equipo afectado: “¡Argelia, Argelia!” y “¡fuera, fuera!”.

 

Desde aquel momento, los partidos definitorios en Copa del Mundo se juegan a la misma hora.