Entre los manifestantes que fueron agredidos por policías capitalinos y federales la víspera en el DF, estuvo el director general de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Juan Martín Pérez, quien junto con su familia acudió a la convocatoria de manifestarse por la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa.
Poco antes de las 10:00 pm, el defensor de derechos humanos se encontraba a un costado de Catedral, en el Centro Histórico capitalino, cuando un grupo de granaderos del DF y federales apareció y trató de encapsularlos a él y su familia junto con otros manifestantes.
“Todos éramos personas que esperábamos a familiares o amigos, les gritamos que éramos familia y llevábamos niños, pero no hicieron caso, afortunadamente varios jóvenes que estaban ahí nos protegieron siendo ellos quienes recibieron la mayor descarga de golpes de los policías”, narró a 24 HORAS.
Una imagen de la agencia Cuartoscuro muestra claramente el momento en que Pérez García, quien iba acompañado de su madre, su esposa y su hijo de tres años, cae al suelo empujado por granaderos.
“Cuando aparecieron, los policías hicieron una valla para que fuéramos saliendo pero, con forme pasábamos nos iban golpeando y sólo protegíamos a los niños con nuestros brazos, fue entonces cuando derribaron con sus escudos a mi madre y mi esposa. Fueron los peridostas quienes nos ayudaron y nos sacaron del encapsulamiento en el que nos tenían.
En la burla un policía nos dijo que la acción era por nuestra seguridad, entonces nos replegaron hacia la calle de Brasil donde los policías seguían persiguiendo a manifestanes y golpeándolos”, agregó.
De acuerdo con el defensor de derechos humanos, el uso de la fuerza por parte del Estado para agredir a ciudadanos pacíficos es ilegal: “están obligados a salvaguardar la seguridad de todos y contener la violencia, pero no se puede hacer uso de la fuerza desproporcionada, y lo que vimos ayer fue un mandato y orden de agredir a todos”
Pérez García hizo un llamado para que el gobierno explique quién dio la orden de actuar así a los elementos policiales y quién va a responder por las denuncias y agresiones que sufrieron los ciudadanos que no estaban ocasionando ningún disturbio.
“En mi balance pude percibir que la orden de golpear a todo el mundo, no hubo una intención de dirigirse o contener a quienes estuvieran delinquiendo, ya que donde nosotros estábamos no había nada de violencia, hasta que llegaron los policías”, dijo.
El activista destacó que las fuerzas públicas, federales y capitalinas, carecen de un protocolo de atención frente a la presencia de niños y niñas lo que, dijo, es gravemente preocupante: “me queda claro que habrá impunidad. Fue un operativo conjunto, no sé quién estaba al mando pero fue lamentable, lo que logró liberarnos fue la presencia de la prensa, sino hubiera sido peor para nosotros”.
El director de la Redim indicó que levantará una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) además de que interpondrá una denuncia penal contra funcionarios públicos capitalinos, y llamó a la ciudadanía a alzar la voz contra los atropellos de la autoridad y denunciar los abusos de las fuerzas policiales. DE