La defensa de los derechos humanos y el desarrollo social se ha convertido en una profesión redituable: organizaciones no gubernamentales han irrumpido en designación de funcionarios pero no para defender a la sociedad sino para tener un pedacito de pastel presupuestal.

 

Las ONG son instituciones de participación social, pero dependen de recursos del Estado. Lo malo ocurre cuando algunos funcionarios del gobierno se encargan de subsidiar a esas organizaciones para promover nominaciones personales con cargo al erario.

 

La secretaria técnica de Comunicación y Difusión del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), Yoloxóchitl Casas Chousal, está pidiendo por escrito en papelería oficial a organizaciones no gubernamentales que envíen cartas al Senado para impulsar la nominación de Ricardo Bucio Mújica, actual presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, a la presidencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

 

El Indesol, que depende de la Secretaría federal de Desarrollo Social, es la institución que supervisa y avala la distribución de recursos a las ONG y para ello opera algo así como 500 millones de pesos anuales. A partir de ese control, ahora la funcionaria de Indesol opera –sin el conocimiento ni la autorización de la secretaria Rosario Robles- a organizaciones no gubernamentales para que se conviertan en instrumentos de presión a favor de Bucio Mújica.

 

pobreza

 

En poder de Indicador Político se encuentra una copia del correo electrónico de Yoloxóchitl Casas Chousal, utilizando la dirección electrónica oficial y.casas@indesol.gob.mx. Así, desde una oficina del sector público se promueve en el Senado la candidatura de otro funcionario al cargo de presidente de la CNDH. La funcionaria de Indesol depende directamente de la presidenta del Instituto, María Angélica Luna Parra.

 

Los mensajes de la secretaria técnica de Comunicación de Indesol a ONG para crear artificialmente la candidatura de Bucio Mújica adjuntan inclusive el machote de una carta dirigida al Senado con las instrucciones para oficializarla. Obviamente que la carta incluye todos los elogios necesarios del caso a favor de Bucio Mújica pero para que no haya errores la funcionaria también anexa tres cuartillas de argumentos positivos.

 

Si bien la labor de Bucio Mújica en el área de lucha contra la discriminación es reconocida, lo malo del asunto es que una importante funcionaria de Indesol utilice recursos públicos para impulsarlo con cartas prefabricadas que estarían más en el espacio de la guerra burocrática para ganar la CNDH.

 

Y a ello se agrega el hecho de que Indesol es una dependencia de una de las más importantes secretarías del gabinete del presidente Peña Nieto, lo que pudiera dejar la impresión que desde una rama del ejecutivo federal se estuviera impulsando una candidatura en especial a la CNDH.

 

El asunto se complica porque también deja evidencias de que el Indesol se dedica a controlar ONG para asuntos que nada tienen que ver con el desarrollo social. La facultad del Instituto para distribuir recursos públicos a las organizaciones no gubernamentales como instancias de organización de la sociedad autónoma de los poderes fácticos se estaría utilizando para actividades ajenas a la promoción de acciones sociales. En el Indesol se encuentra el Registro Federal de Organizaciones de la Sociedad Civil, algunas de las cuales fueron instruidas por una funcionaria del Instituto para favorecer en el Senado al presidente del Conapred.

 

Al final, lo paradójico se encuentra en el hecho de que una campaña parcial y con recursos públicos para competir por un cargo oficial sería un acto de discriminación de otros candidatos que carecen de las influencias políticas de Bucio Mújica.