Miguel Torruco Marqués estaba consciente de que el turismo no era un sector prioritario en la capital del país y que además, ocupaba el último lugar en el reparto de presupuesto con el 0.8%. Así dio inicio su administración. “En el primer acuerdo con el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, lo primero que le dije fue: Me cumpliste una ilusión, un anhelo, yo te voy a cumplir con dos cosas: con lealtad y con resultados”.

 

El secretario de Turismo del gobierno del Distrito Federal, inició sus actividades profesionales en el sector turístico hace más de 40 años, cuando entró a trabajar al Hotel del Paseo de la Ciudad de México, en 1971, como bell boy.

 

Es egresado de la Escuela Mexicana de Turismo y además de desempeñarse como presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM), fundó la Confederación Panamericana de Escuelas de Hotelería, Gastronomía y Turismo (CONPEHT) y fue presidente de la Confederación Nacional Turística (CNT). Lo anterior, sin contar que fundó la Escuela Panamericana de Hotelería (EPH).

 

¿Cómo convenció al jefe de Gobierno de la capital para que considerara el Turismo como una prioridad?

 

Miguel Ángel Mancera, fue el primer mandatario que habló en su toma de posesión de la prioridad que le iba a dar a la actividad turística.

 

Como consecuencia, 16 días después declara al Turismo como una prioridad, pero mi trabajo comenzó desde el 5 de diciembre que me distinguió con el nombramiento de secretario, siendo el primer secretario de Turismo (en la historia de la capital) egresado de esta carrera.

 

Primero preparamos el andamiaje para sustentar la prioridad: Se crearon el Consejo Consultivo y el Comité Ejecutivo en Turismo, se publicó la Norma Turística, se realizaron las giras interdelegacionales para conocer el patrimonio turístico de cada demarcación, y  se elaboraron los folletos con las riquezas turísticas de cada una, en ocho idiomas, y se creó también una Comisión interdelegacional, así se sustentó el programa de gobierno.

 

 

Como empresario y líder gremial, siempre señaló la tardanza de los funcionarios para echar a andar a las dependencias…

 

Siempre critiqué la “curva de aprendizaje” y el “borrón y cuenta nueva” al inicio de una nueva administración, aquí no hubo ni una ni otro, pues mientras preparábamos el andamiaje, ya se estaba echando a andar el primer programa estratégico, ya se estaba trabajando, y además, se ratificó a aquellos que venían trabajando en forma óptima, ya que no vine para hacer amiguismo, sino a dar resultados.

 

¿Qué se encontró al llegar a la secretaría?

 

Como presidente de la AMHM me acostumbré a preguntar a los socios en cada lugar que visitaba, ¿cómo está la plaza? Es la forma como se puede tomar el pulso, conocer cómo se encuentra el lugar, en qué condiciones está, y al llegar a la secretaría hice lo mismo.

 

La Ciudad de México siempre ha sido un destino de negocios, con porcentajes de ocupación de aproximadamente 70% entre semana y de entre 39% y 40% en fines de semana. Queremos cambiar la vocación de la capital, estamos trabajando para que sea un destino de placer de lunes a domingo y también un destino especializado en turismo de salud, un destino cultural y un destino especializado en turismo religioso.

 

¿Cómo lo va a lograr?

 

Ya comenzamos a promover descuentos para grupos específicos, como los adultos mayores, y a difundir paquetes a bajo costo, pues una de nuestras iniciativas es impulsar el turismo social, que todas las personas viajen y conozcan la capital; para ello estamos haciendo alianzas con hoteles, agencias de viajes, aerolíneas, etc. Queremos incrementar la afluencia turística, y no sólo de mexicanos, sino de extranjeros, y ya comenzamos con los ciudadanos méxico-americanos y con los centroamericanos, por ejemplo, pues hoy por hoy, la mayor parte de visitantes foráneos proviene de Estados Unidos.

 

¿Cómo planea hacer más atractiva a la capital?

 

Estamos promoviendo a la Ciudad de México por todas partes, participando en ferias, hablando con turoperadores, tocando puertas, fomentando la integración y la diversificación del producto turístico para que resulte más atractivo. Asimismo estamos empeñados en elevar la calidad del servicio y  mejorar la infraestructura y conectividad.

 

¿Qué productos nuevos se ofrecen en la actualidad?

 

Por ejemplo, ya aumentamos las rutas del Turibus, de dos que había, ahora hay cinco más y en los próximos meses habrá otras cinco, sin contar las rutas que se abrieron hacia Puebla, las Pirámides, Taxco y Querétaro. Además, para fin de año el Distrito Federal contará con 15 módulos de información turística digitalizados. También le estamos apostando a los grandes eventos como la Fórmula Uno y el Maratón de la Ciudad de México que se van a promover como eventos turísticos.

 

El contar con la marca CDMX también nos va ayudar mucho, antes la Ciudad de México no contaba con una marca que la distinguiera y así es como la estamos promocionando con el apoyo de la Federación y del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM).

 

El que no enseña no vende, y por eso andamos cacareando el huevo y tanto lo hemos cacareado que ganamos el primer lugar como la mejor ciudad para vacacionar que otorga la revista Travel+Leisure.

 

Usted ha estado en los dos lados de la moneda, ¿qué es más difícil, ser empresario o funcionario?

 

Ambas son apasionantes y las dos son muy importantes, una porque podemos crear como iniciativa privada y otra porque se puede llevar a cabo una política enfocada a nuestra actividad. Ambas están al mismo nivel para mí.

 

¿Qué otro sueño le falta por cumplir?

 

Terminar de implantar un nuevo modelo turístico para demostrar que siempre tuvimos razón en lo que criticamos y propusimos. Ahora me falta consolidar el nuevo modelo de la Ciudad de México y que con los hechos se vea que fue un caso de éxito y que se pueda aplicar en cualquier estado de la República.

 

 

¿Y le gustaría aplicarlo a usted, a nivel federal?

 

No, con haber aplicado el modelo y demostrar que lo que tanto critiqué se puede cambiar, estoy satisfecho, ese era mi objetivo.

 

¿Que le falta por hacer?

 

Yo creo que ver crecer a mis nietos. Dice un proverbio que hay que sembrar un árbol, y ya sembré muchos; que hay que tener un hijo, y tengo tres y cinco nietos, y voy por el sexto; y escribir un libro, y yo ya tengo nueve y ahorita ya estoy escribiendo el décimo Hacia el nuevo modelo turístico mexicano, el caso de la Ciudad de México, un caso de éxito, que voy a editar cuando termine mi gestión.

 

¿Qué sigue para usted?

 

Estoy preparando mi retirada. Voy a terminar de 67 años, así que me dedicaré a los hijos, a los nietos, a la familia y a viajar.

 

Sus padres fueron dos actores de renombre, María Elena Marqués y Miguel Torruco, ¿nunca pasó por su cabeza ser actor?

 

Alguna vez hice mis pininos en una telenovela en la que participó mi mamá, pero sólo por metiche, no fue lo mío.