El pintor Luis Nishizawa, fallecido el lunes 29 de septiembre, fue “un gran samurai azteca”, afirmó hoy el embajador de Japón en México, Shuichiro Megata, durante el homenaje que la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) rindieron al artista plástico.
Ante los hijos del creador artístico y de frente a la urna que resguardan sus cenizas, el embajador sostuvo que el homenajeado fue un ser excepcional, “un mexicano ilustre con estirpe japonesa”, por lo que tanto mexicanos como japoneses se sienten ampliamente orgullosos”, aunque, dijo, “su nombre y su obra son patrimonio de la cultura universal”.
Recordó que tuvo el honor de tratar al creador nacido en Cuatitlán, Estado de México, en 1918, hijo de padre japonés, y siempre se mostró como un ser modesto y sencillo, y lo evocó como un maestro en toda la extensión de la palabra, de esos que enseñan y dejan escuela.
“Fue de esos que jamás se olvidan”, añadió, y acotó al decir que “es un artista representativos de la plástica mexicana con resonancia que sobrepasa ideas, fronteras y generaciones”.
Por tanto, añadió Megata, se trata de una enorme pérdida que en Japón pueblo y gobierno han hecho propia. “Yo, en lo personal, lamento haber perdido a un amigo que me ayudó enormemente a tender puentes entre Japón y México”, con lo que el intercambio artístico y cultural entre las dos naciones floreció en los últimos años.
Hace tres años, añadió el plenipotenciario, la Embajada de Japón le propuso montar una exposición, “y él, de manera generosa, nos permitió exponer varias obras suyas. Esa muestra se inauguró, con la presencia del maestro, en Polanco”, dijo al mencionar que este año se celebran 400 años de la llegada a México de la primera expedición diplomática japonesa.
El legado artístico de Luis Nishizawa, acotó “pertenece a todos los hombres y mujeres del mundo”, y subrayó que con gran respeto el gobierno de Japón se suma a este homenaje.
“Me duele la perdida de este artista y deseo que sus hijos y nietos sigan su ejemplo y que contribuyan, como él, al estrechamiento de los lazos entre los dos países”, indicó.
Luego, en el salón Luis Nishizawa del edificio de la SEP, el embajador, junto con el presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa; el secretario de Educación, Emilio Chuayffet; la titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), entre otros, montaron la primera guardia de honor ante los restos del artista.
Las cenizas del pintor nacido en 1918 serán depositados hoy en la iglesia San José del Altillo, en Coyoacán, junto a los de su esposa.