WASHINGTON. François Hollande comenzó su discurso ante la 69ª Asamblea General de la ONU recordando a Hervé Pierre Gourdel, el ciudadano francés que había sido secuestrado en Argelia y que ayer miembros de una filial del Estado Islámico decapitaron.

 

 

Francia “vive una prueba con la asesinato de nuestro compatriota pero no cederá jamás al chantaje. La lucha contra el terrorismo va a seguir, con el respeto a la ley y la soberanía de los estados”, señaló con energía ante la Asamblea General de la ONU

 

Ese combate, dijo, lo hará bajo la bandera de la ONU y sus valores, como la dignidad y la libertad.

 

“Hoy el riesgo es en Irak y Siria, es donde esa amenaza existe, pero el Estado Islámico amenaza al conjunto del mundo con atentados, secuestros y reclutando combatientes de todo el mudo para demostrar la barbarie de la que es capaz”, denunció.

 

Y añadió que “es porque esa amenaza existe, no solo para esa región, sino para todo el mundo, por lo que Francia se ha unido al combate”.

 

Al referirse al rehén francés asesinado, recordó que estaba en Argelia ayudando a la población y “fue capturado y decapitado. Ahí está lo que hace el terrorismo”.

 

“Es un momento triste que vive hoy Francia -agregó-, pero también de responsabilidad. Por el mundo, por el planeta, debemos luchar contra el terrorismo y por las generaciones futuras”.

 

Se trata, insistió, de “una guerra terrible. Estamos ante un desafío terrible”, pero consideró que la comunidad internacional conseguirá la victoria contra el terrorismo.

 

“Si no respondemos (…) los terroristas continuarán. La debilidad no será la respuesta ante el terrorismo, será la fuerza del derecho, la fuerza de las naciones unidas y la fuerza militar cuando sea necesario”, aseveró.

 

 

Mientras tanto, ayer aviones estadunidenses bombardearon posiciones del EI en ambos lados de la frontera iraquí-siria. La ofensiva se intensificó un día después que Estados Unidos y cinco naciones árabes aliadas iniciaron su campaña militar contra el grupo extremista en Siria con más de 200 ataques a unas dos docenas de blancos.

 

 

Los nuevos ataques estadunidenses dañaron ocho vehículos del Estado Islámico en Siria cerca de la ciudad fronteriza iraquí de Qaim, dijo el Comando Central estadunidense en una declaración. También reportó haber hecho impacto en dos vehículos blindados de Estado Islámico al oeste de Bagdad, al igual que dos posiciones milicianas en el norte de Irak.