BRUSELAS. La OTAN subrayó que detectó una “reducción de los incidentes” y de las “tropas rusas en Ucrania”, al tiempo que constató que Rusia prosigue con su “opción de desestabilizar” al país vecino. “Hemos visto una reducción de los incidentes y de las tropas regulares rusas en Ucrania”, dijo la vocera adjunta de la Alianza, Carmen Romero.

 

 
Añadió que sin embargo “todavía quedan fuerzas especiales rusas en Ucrania y una presencia militar rusa significativa en la frontera” de ese país con Ucrania.

 

Por su parte, el vocero militar de la OTAN, el teniente coronel Jay Janzen, precisó que “ha habido una retirada significativa de fuerzas convencionales rusas dentro de Ucrania, pero aún hay miles (de efectivos) desplegados cerca de la frontera. Sigue habiendo tropas rusas en el interior de Ucrania”.

 

Asimismo explicó que es “difícil determinar el número, ya que los separatistas prorrusos controlan varios pasos fronterizos y sus efectivos cruzan para uno u otro lado de forma rutinaria”.

 

El vocero militar aliado indicó que “las fuerzas especiales rusas siguen operando en Ucrania y son difíciles de detectar”, al tiempo que refirió una reducción de intercambios de fuego de artillería entre las fuerzas ucranianas y las rebeldes.

 

Apuntó a que ha habido una serie de incidentes en la región que subrayan que “el entorno de seguridad en Europa ha cambiado y que los aliados se mantienen alerta”.

 
El vocero militar se refería al secuestro de un oficial de seguridad estonio por agentes rusos, a la captura de un barco de pesca lituano y a que en el espacio aéreo aliado se han producido “varios acercamientos por parte de aviación rusa”.

 

Romero subrayó, por su parte, que mientras la Alianza “da la bienvenida a todos los esfuerzos por lograr una solución pacífica, Rusia mantiene su opción de desestabilizar a Ucrania”.

 

La OTAN ha condenado la anexión que Rusia realizó en marzo pasado de la península ucraniana de Crimea, y ha subrayado que la considera “ilegal” e “ilegítima” y que nunca la reconocerá.

 

Tras esa anexión y el mantenimiento de la presencia militar rusa en los territorios orientales ucranianos y el apoyo que desde Moscú ha llegado a las milicias separatistas prorrusas, la Unión Europea y Estados Unidos han impuesto una batería de sanciones económicas y diplomáticas de diverso calado a Moscú.

 

Desde el 5 de septiembre pasado se mantiene una tregua entre Ucrania y los separatistas prorrusos, aunque se han producido episodios de violencia.

 

Por su parte, el gobierno ucraniano dijo que, pese al cese del fuego, continúan los enfrentamientos. Ocho soldados resultaron heridos durante las últimas 24 horas, según reportó el Consejo de Defensa y Seguridad Nacional en Kiev. Gran parte de los tiroteos se registraron en la localidad de Debaltseve y en el aeropuerto de Donetsk..

 

 

En tanto, Los rebeldes prorrusos denunciaron la muerte de dos civiles por un ataque con artillería de las fuerzas de Kiev contra un barrio residencial de Donetsk y otras violaciones del alto el fuego por parte de las tropas ucranianas que habrían tenido lugar a última hora del martes junto al aeropuerto de Donetsk, controlado por las fuerzas de Kiev aunque rodeado por los prorrusos.

 

Según la ONU, más de tres mil personas habrían muerto desde abril en esas dos regiones, donde antes del estallido de la sublevación armada contra Kiev vivían más de 8 millones de personas.