Niños y niñas de más de cinco primarias de la delegación Cuauhtémoc canjearon pistolas, metralletas y otros juguetes bélicos por juguetes didácticos.

 

A fin de “crear una conciencia de rechazo total a la violencia, sensibilizar a los ciudadanos y fomentar en la niñez una cultura de paz”, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) y las autoridades de dicha demarcación realizaron un Jornada de Intercambio de Juguetes.

 

Similar al Programa de Desarme Voluntario, donde los cuidadanos canjean sus armas por productos o dinero en efectivo, los alumnos de primarias de “El Pensador Mexicano”, “Juan Téllez Vargas”, “Marcelino Dávalos”, “Sara Manzano”, “Dr. Belisario Domínguez”, Fray Bartolomé de las Casa”, entre otras, realizaron teatro guiñol y jugaron en campo vial con triciclos y bicicletas, luego de cambiar sus juguetes.

 

En la jornada, que tuvo lugar en la explanada de la delegación Cuauhtémoc, la subsecretaría de Participación Ciudadana y Prevención del Delito, Azucena Sánchez Méndez, expresó que “nos hacen sentir orgullosos, ya que al participar en el intercambio dan el ejemplo de que se debe vivir en paz y armonía”.

 

Destacó que los niños y niñas, al deshacerse de sus juguetes hostiles y obtener uno didáctico, refuerzan sus valores de convivencia y respeto. Por ello, dijo, es importante que en su educación, corresponsable entre padres de familia, maestros y autoridades, también contribuyamos a propiciar la paz.

 

Por su parte, el delegado Alejandro Fernández Ramírez informó que próximamente su administración hará una inversión de 22 millones de pesos en al menos 10 escuelas primarias y secundarías de la demarcación, algunas serán remodeladas y se les dotará de equipamiento que se requiera y confió que la SEP hará propio en los demás centros educativos.

 

Por su parte, el director de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (AMIJU), Miguel Ángel Martín González, subrayó que el valor del juego consiste en enseñar y desarrollar facultades en los niños para hacerlos compartir y principalmente sonreír, pues la mejor época de la vida es la niñez.

 

Es, dijo, a través del juego que se puede formar niños sin violencia y que desarrollen habilidades para mejorar a la sociedad.