WASHINGTON. Al menos cuatro mujeres, entre ellas dos indocumentadas, fueron detenidas hoy por participar en un acto de desobediencia civil en Washington para exigir al presidente estadunidense, Barack Obama, que frene las deportaciones.

 

La protesta, organizada por el grupo “Dream Action Coalition” (DRM), comenzó a las puertas del Comité Nacional Demócrata, cerca del Capitolio, y terminó en una calle contigua, donde inmigrantes y activistas celebraron una asamblea en torno a una pancarta en la que podía leerse: “Partido Deportador. Rompiendo promesas y familias“.

 

El ritmo de deportaciones en el país ha caído un 20 por ciento en los últimos 10 meses respecto al mismo periodo del año anterior, según informaron la semana pasada fuentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), lo que sitúa las deportaciones en el nivel más bajo desde al menos el 2007.

 

No obstante, Obama fue bautizado por grupos pro inmigrantes como el “deportador en jefe” porque las deportaciones superaron la cifra récord de dos millones en lo que lleva de mandato, la cifra con la que el anterior presidente, George W. Bush, concluyó sus dos legislaturas (ocho años) en la Casa Blanca.

 

Por ello, una veintena de activistas cortaron hoy el tráfico y vestidos con camisetas azules y rojas gritaron consignas como: “Obama mentiroso, el pueblo está furioso” o “Sin papeles, sin miedo”.

 

Entre los activistas se encontraban madres indocumentadas de cinco estados (Nueva York, Arizona, Virginia, Maryland y Connecticut), así como jóvenes llegados de Nueva York y varias familias que trajeron con ellas a sus bebés.

 

La abogada Anna Wilase, presente en la protesta, explicó a EFE que las cuatro arrestadas podrían tener que pagar una multa de 50 dólares por bloquear el tráfico y por celebrar una reunión ilegal, aún que anticipó su puesta en libertad en unas tres horas.

 

Una de las detenidas es Teresa Galindo, de 70 años, que hace 31 años llegó a Estados Unidos desde México con cuatro de sus ocho hijos y que ahora tiene 13 nietos (el menor de un año y el mayor de 20), todos ellos nacidos en Estados Unidos.

 

“Le digo al presidente que pare las deportaciones, que deje de separar a las familias y que cumpla con sus promesas. No nos van a callar, vamos a seguir hasta el final”, clamó en declaraciones a EFE Galindo, que durante la protesta estuvo sentada en el suelo con un cojín.

 

Más comprensivo con la posición de Obama se mostró Víctor Andrés, quien dijo que Obama está bajo muchas “presiones” y solo espera que pueda ampliar el programa de la Acción Diferida (DACA), con el que en dos años se ha otorgado permisos de trabajo a más de 520 mil jóvenes indocumentados que llegaron al país siendo niños.  DM