LONDRES. El jefe del Gobierno británico, el conservador David Cameron, su vicepresidente, el liberaldemócrata, Nick Clegg, y el líder de la oposición laborista, Ed Miliband, hoy se encuentran en Escocia en lugar de asistir a la sesión semanal de preguntas al primer ministro en la Cámara de los Comunes, una situación insólita en la política británica.

 

Según una encuesta de YouGov divulgada este fin de semana por el Sunday Times, la opción de la independencia se impondría en el referéndum por un estrecho margen del 51% contra el 49%.

 

Otra encuesta, de la firma TNS, da una mínima ventaja a los partidarios del “no” (39% en contra de la secesión por el 38% a favor), un resultado que confirmaba la tendencia de los últimos meses a estrecharse el margen entre ambas opciones a medida que disminuye el número de indecisos.

 

El vuelco es aún mayor respecto a agosto de 2013, cuando TNS daba casi el doble de votos al “no” (47%) que al “sí” (25%), con un 28% de indecisos.

 

Ante ese giro en la intención de voto, Cameron, Clegg y Miliband han tomado en el último minuto las riendas de la campaña Better Together (Mejor juntos), que hasta ahora había mantenido un perfil bajo, y viajarán a Escocia cargados de nuevas ofertas para aumentar la autonomía de la región si los votantes optan por permanecer en el Reino Unido.

 

Las tres formaciones se han adherido a la hoja de ruta propuesta por el ex primer ministro laborista Gordon Brown, que prevé iniciar el 19 de septiembre, un día después del referéndum, la redacción de una ley para aumentar las competencias del parlamento autónomo de Holyrood (Edimburgo).

 

Si el “no” se impone en el referéndum, los partidarios de la unión se han comprometido a tener lista para enero de 2015 la versión consensuada y definitiva de una ley que se sometería a votación en Westminster tras las elecciones generales de mayo.

 

Las propuestas para dotar de contenido a esa legislación varían según el partido, si bien todos hacen hincapié en aumentar el control del Gobierno escocés sobre el sistema impositivo y las políticas de bienestar.

 

Los laboristas quieren aumentar el margen de maniobra de Edimburgo en el impuesto sobre la renta, lo que permitiría, entre otras medidas, que Escocia restableciera la tasa del 50% para las rentas superiores a 150 mil libras anuales (3.2 millones de pesos), que Londres redujo al 45% en 2012.

 

La formación de Miliband prevé además aumentar la capacidad de decisión de Holyrood sobre políticas de vivienda, ayudas a la dependencia y servicios para los desempleados, mientras que las pensiones, los impuestos sobre sociedades y capitales, y la seguridad social (National Insurance), entre otros, continuarían en manos de Londres.

 

Los conservadores abogan por permitir que Edimburgo decida sin restricciones los tramos del impuesto sobre la renta, excepto la cantidad mínima de ingresos exenta de tributación para las personas físicas, así como compartir parte de la gestión del IVA y ceder el control del Impuesto al Pasajero Aéreo.

 

Junto con los liberaldemócratas, sus socios en el Gobierno británico, los “tories” quieren ceder poder en ámbitos como la vivienda y la dependencia, pero mantener a Londres como centro de decisión sobre petróleo y política energética, pensiones y defensa. EFE
 

¿Reina de Escocia?

 

 

LONDRES. El ministro principal de Escocia, Alex Salmond, dijo que Isabel II estaría “orgullosa” de ser Reina de una Escocia independiente y alabó la política de la soberana de mantenerse neutral en este asunto.

 

El político nacionalista hizo esta declaración a los periodistas ante la catedral de St. Giles de Edimburgo, capital de Escocia, después de que algunos medios británicos afirmaran que la Reina está preocupada por la posible escisión del Reino Unido si gana el “sí” en el referéndum sobre la independencia.

 
El ministro principal afirmó que tuvo una audiencia con Isabel II, de 88 años, hace dos semanas en el castillo de Balmoral, Escocia, donde pasa todos los años sus vacaciones estivales, pero no quiso revelar detalles de lo conversado.

 

“Quiero a la reina como jefa de Estado, como Reina de los escoceses de una Escocia independiente”, puntualizó Salmond.

 

“Creo que Su Majestad la Reina, que ha visto tantos acontecimientos en el curso de su largo reinado, estará orgullosa de ser Reina de los escoceses y ciertamente nosotros estaríamos orgullosos de tenerla como monarca en esta tierra”, agregó.

 

Además de conservar la libra, Salmond ya ha dicho que quiere mantener a Isabel II como jefa de Estado de una Escocia independiente, como es el caso de algunos países de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth).