BUENOS AIRES. Mirar series y películas en Netflix, jugar en la Playstation, escuchar música en Spotify y cualquier otro entretenimiento que se ofrezca por internet será gravado con un impuesto a partir de noviembre en la ciudad de Buenos Aires, una medida que ha generado malestar entre los usuarios, agobiados ya por gravámenes.

 

 

El nuevo tributo, apodado en las redes sociales como “impuesto Netflix”, aunque afecta a otras empresas del rubro, fue anunciado por un decreto de la administración gubernamental de ingresos públicos de la alcaldía porteña y establece la creación de un régimen de retención del impuesto sobre los ingresos brutos de servicios de suscripción on-line de películas, series y todo tipo de entretenimiento audiovisual.

 

 

El impuesto será del 3%, que se deducirá a través de tarjetas de crédito, débito y compra.

 

 

“Corresponde prever que las transacciones que se realizan a través del comercio electrónico no socaven la capacidad del Estado para recaudar los ingresos públicos vía tributación”, argumentó el ente recaudador.

 

 

Estos servicios se cobran en dólares y ya acarrean para sus usuarios un recargo del 35% que aplica el gobierno nacional sobre las compras con tarjeta en moneda estadunidense.

 

 

La medida tuvo amplia repercusión en redes sociales, donde rápidamente se volvió tendencia la etiqueta #NoAlImpuestoANetflix, justo en un contexto de aumento generalizado de precios.

 

 

“Es una locura que te cobre por contenido legal desde tu casa un impuesto, al final fomentan la piratería. Absurdo”, escribió el usuario @juanmsuar, quien no especificó si es cliente de algunas de las compañías afectadas por el nuevo impuesto.

 

 

La queja de los porteños también se prestó para ironías de twitteros de otros distritos. “Soy del interior, me ofrezco como testaferro de cuentas Netflix/Sony/etc, comisión 1.5% #NoAlImpuestoANetflix , gracias”, apuntó @gtobares.

 

 

AP envío un mail a la oficina de prensa de Netflix para consultarle sobre la medida, pero no hubo respuesta.