La tesis del suicidio se consolidó en el caso de Robin Williams después de que ayer las autoridades del condado de Marin, California, revelaran que el cuerpo sin vida del actor fue encontrado ahorcado en un dormitorio y sin evidencias de violencia física.

 

El cadáver del ganador de un Óscar por Good Will Hunting fue hallado por su asistente poco antes del mediodía del lunes, estaba ligeramente en vilo, colgado de la puerta de un armario por un cinturón que tenía amarrado alrededor de su cuello.

 

Williams, de 63 años, estaba frío, en posición sentado y el rigor mortis que presentaba indicaba que llevaba muerto algunas horas, aunque aún no se ha hecho pública una estimación sobre el momento en que sucedió el deceso.

 

El teniente Keith Boyd, del departamento del sheriff, fue el encargado de informar a los medios de comunicación el reporte preliminar de una investigación que sigue su curso y que baraja como causa probable de la muerte de Williams la “asfixia por ahorcamiento”.

 

Boyd reveló que en la habitación los agentes hallaron una navaja de bolsillo, plegada sobre su funda, cuyo filo estaba impregnado de una materia roja y seca similar a la sangre.

 

En la parte interior de la muñeca izquierda del intérprete de Dead Poets Society había marcas dejadas por varios cortes superficiales y recientes.

 

Antes de la comparecencia del teniente, el forense Joseph Cohen examinó los restos de Williams en el tanatorio del condado de Napa y confirmó la tesis inicial del ahorcamiento, al tiempo que descartó que el actor hubiera estado envuelto en algún tipo de altercado violento antes de su muerte.

 

Robin Williams falleció y muchos famosos manifestaron su tristeza; su hija Zelda Rae Williams, le dedicó en twitter una emotiva carta con la que le rindió un homenaje al actor y compartió un fragmento de la novela El Principito.

 

El mensaje dice: “Tendrás las estrellas como nadie las tiene. En una de ellas estaré viviendo. En otra estaré riendo. Entonces será como si todas las estrellas estén riendo cuando mires al cielo por la noche. Tú y sólo tú tendrás estrellas que pueden reír…Te quiero. Te echaré de menos. Intentaré seguir mirando hacia arriba. Z”.