Trece días después, y con el orgullo un tanto más magullado, Chivas volverá a tener actividad en el torneo local, de nuevo con atención a lo que en realidad le concierne en el presente torneo: alejarse de la zona de descenso, donde está metido en el pelotón de los coleros porcentuales. Lo hará después de que pospuso su juego de la fecha tres ante unos desconcertados Leones Negros de la UdeG, que son rivales directos en la lucha por no perder la categoría, todo para echarse unos dólares a la bolsa en Estados Unidos en un par de duelos en que recibió un repaso tanto del Bayern Munich, como del Milán.

 

Su reincorporación al torneo local será ante en territorio de Pachuca, ante unos Tuzos que no caminan en el Apertura 2014 y acumulan par de descalabros seguidos en las fechas dos y tres del campeonato. Una situación que sin duda se antoja que el chiverío podría aprovechar para escalar de esa posición incómoda que ostenta, y que sin duda ya desperdició al posponer el duelo ante los Leones Negros en la fecha anterior, que sólo acumulan derrotas en el certamen, y que bien pudieron aprovechar los hombres de Carlos Bustos para mantenerlos a raya en la lucha de la parte baja de la tabla.

 

Pero común en el balompié nacional, la oportunidad llenarse de dólares llamó demasiado la atención del rebaño; el resultado: UdeG tuvo el tiempo para replantear su esquema, trabajar y enfrentar (en un mejor momento) a unas Chivas, que por lo visto en las primeras dos fechas, y lo expuesto ante Bayern y Milán, parecen de limitado potencial.

 

Dicen que nadie escarmienta en cabeza ajena. La crisis de Chivas viene al menos de tres años atrás. Fue en el Clausura 2011 la última vez que llegaron a semifinales; y el Apertura 2012 la última vez que jugaron Liguilla, y de ahí, todo ha sido desmoronarse.

 

Ni hablar de lo que ha sucedido desde 2010, cuando inauguraron el estadio Omnilife; entradas a la baja del llamado equipo más popular de México. Errores y desgracias, cambios de técnicos, directivos, jugadores, ahora, partidos amistosos, y por si fuera poco la noticia de que Rafael Márquez Lugo está a un tris de volver al quirófano por una añeja molestia en la rodilla izquierda, todo cuando el rebaño más necesita a todos sus efectivos.

 

La buena noticia para los rojiblancos es que sus números ante los Tuzos les favorecen, al menos en los recientes 11 duelos en los que Guadalajara se ha impuesto en cinco ocasiones, ha empatado tres y sólo tiene tres tropezones. Es decir, sumada la jerarquía tapatía sobre Pachuca, más el mal momento tuzo, no parece descabellado que el chiverío sume en la Bella Airosa.

 

Obvio resultará preguntarse si a Chivas no le habría beneficiado medirse a UdeG en ese arranque titubeante universitario, en lugar de pasear el prestigio en Estados Unidos; como sea, el hubiera no existe, y Chivas, desde hace mucho paga cada uno de sus pecados.