Tras más de 100 horas acumuladas de sesión extraordinaria, el Senado de la República aprobó, con 90 votos a favor y 27 en contra, el último dictamen en materia energética, por el que se reforman la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y la Ley General de Deuda Pública.

 

A través de las modificaciones a estos ordenamientos se regula el destino de los recursos provenientes del Fondo Mexicano del Petróleo y se establece que el gobierno federal podrá asumir parte del pago en pensiones y jubilaciones a los trabajadores de PEMEX y CFE.

 

En este punto en particular, se estableció como condición para el financiamiento del gobierno federal que ambos organismos alcancen un acuerdo con sus respectivos sindicatos para modificar el contrato colectivo de trabajo y el régimen de pensiones, a fin de reducir en el mediano plazo su pasivo laboral. Ambas empresas además deberán implementar un programa de austeridad en el gasto.

 

También se establece como condición para el cumplimiento de dicha disposición que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) realice una auditoría al pasivo laboral de dichas empresas, con el objeto de identificar las características de las obligaciones de pago de sus pensiones y jubilaciones.

 

En este sentido se especificó que la proporción de la obligación de pago que en su caso asuma el gobierno federal será por un monto equivalente a la reducción del pasivo laboral que resulte del acuerdo para modificar el contrato colectivo de trabajo.

 

La renta petrolera

 

Con las reformas a las leyes Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y la General de Deuda Pública, se definió también la forma en que se distribuirán los recursos del Fondo Mexicano del Petróleo, estableciendo que se utilizarán en primera instancia para los derivados de asignaciones y contratos para la exploración y extracción de hidrocarburos.

 

Posteriormente, se destinarán los recursos necesarios del fondo a la Tesorería de Federación para que los ingresos petroleros del gobierno federal que se aplican a cubrir el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) se mantengan en el 4.7% del Producto Interno Bruto (PIB).

 

Los recursos en exceso formarán parte de un ahorro a largo plazo y cuando esta reserva sea mayor al 3% del PIB se podrán distribuir los recursos en al menos un 40% a la reserva del Fondo Mexicano del Petróleo, hasta un 10% al Fondo de Pensión Universal y hasta un 10% para financiar proyectos de inversión en ciencia y tecnología. Se podrá utilizar hasta en un 30% para fondear un vehículo de inversión especializado en proyectos petroleros y hasta en un  10% en becas y proyectos de conectividad y desarrollo de la industria.

 

Con los cambios a la legislación se determinó que en caso de que caiga el PIB del país, el precio del crudo o disminuya la producción petrolera, y una vez que se hayan agotado los recursos en el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios, se podrán hacer transferencias desde el fondo para cubrir el Presupuesto de Egresos para lo cual se requerirá la aprobación de dos terceras partes de la Cámara de Diputados.

 

El debate

 

 

El tema de los pasivos laborales de Pemex y CFE ocupó gran parte de debate en el Pleno del Senado. El senador del PRD, Benjamín Robles Montoya, señaló que el despilfarro y la corrupción de Pemex fueron la causa del incremento en su pasivo laboral, estimado en 1.2 billones de pesos.

 

Argumentó que tan sólo de 2005 al 2011 -cuando la producción llegaba a su punto histórico más bajo- el Gobierno Federal infló la plantilla laboral de Pemex Corporativo en un 78%; se incrementó en un en un 49.5 % en Pemex Exploración; y se infló en un 26.4% en Pemex Refinación, por lo que reprobó que los mexicanos deban asumir los costos de las acciones corruptas por parte de una pequeña cúpula en el poder.

 

“La corrupción, despilfarro y el uso de Pemex como botín político es por lo que ahora su pasivo laboral asciende a 1. 2 billones de pesos; muchos se han enriquecido ilegalmente con eso y ahora es el pueblo del México el que tendrá que pagarlo”, recriminó.

 

En contraste, el senador del PAN, Jorge Luis Lavalle Maury, aseguró que con estas reformas se brinda una solución tripartita para que Petróleos Mexicanos sea una empresa verdaderamente competitiva. Consideró que se cada uno de los involucrados –gobierno federal, Pemex y su sindicato- deben hacer un esfuerzo para dejar a la empresa en las mejores condiciones.

 

“Está es la mejor manera posible para que (Pemex y CFE) puedan estar en las mismas condiciones para competir con cualquier otra empresa que vaya a entrar en un futuro”, sostuvo.

 

En defensa de las reformas el senador David Penchyna Grub (PRI), presidente de la Comisión de Energía, recordó que fue el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas quien planteó que  los pasivos de Pemex fueran absorbidos por el Estado, con lo cual criticó la incongruencia de la izquierda.

 

“Qué rápido se les olvida que una de las iniciativas principales que ustedes suscribieron la hizo un hombre honorable de la izquierda mexicana, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, justamente para solucionar el pasivo laboral de Pemex”, objetó.

 

En tribuna, el senador del PRI justificó que Pemex y CFE tendrán que competir con las grandes trasnacionales, en razón de lo cual, dijo, es oportuno que el gobierno federal asuma parte del pasivo laboral de ambas empresas.

 

La intervención por parte del político hidalguense resultó en el momento más ríspido del debate. Una vez que Penchyna recriminó a los perredistas su manera “tramposa” de conducir el debate, Robles Montoya subió a tribuna para referirse al difunto padre del priista –Luis Penchyna Brickman– a quien recordó por sus acusaciones de defraudar al Banco Ejidal.

 

Las declaraciones del perredistas fueron severamente reprobadas por senadores del PRI y del PAN. Emilio Gamboa Patrón, coordinador del PRI, intervino en el debate y advirtió que no permitirían más la descalificación, tras lo cual su homologo del PRD, Miguel Barbosa Huerta, pidió a nombre de su bancada una disculpa para el senador Penchyna Grub.

 

Tras el embate, los legisladores reencausaron el sentido de la sesión, por lo que se dio paso a la discusión en lo particular de 30 artículos reservados por la izquierda. Al cierre de esta edición, PRI, PAN y PVEM rechazaron cada una de las reservas presentadas.