DONETSK. El magnate ucraniano, Rinat Akhmetov, dueño del club ucraniano Shakhtar dijo que si los seis jugadores que se negaron a regresar al país después de disputar una partido amistoso con el Olimpic de Lyon, “van a sufrir” las consecuencias.

 

Los jugadores se negaron a regresar a Ucrania aduciendo que temen por su seguridad, y es que el club juega en Donetsk, región  asolada por las confrontaciones entre separatistas prorusos y el ejército ucraniano.

 

El dueño del club agregó que si no cumplen los contratos que les vinculan con el club, tendrán que pagar “decenas de millones de euros”.

 

Entre los jugadores que han abandonado la disciplina del equipo están los brasileños Alex Teixeira y Douglas Costa, y el delantero argentino Facundo Ferreyra.

 

Mientras, el entrenador del Shakhtar, Mircea Lucescu, acusó al agente de los jugadores, el británico de origen iraní Kiai Joorabchian, de aprovechar “la situación (en Ucrania) para secuestrarlos”.

 

Otro argentino, el delantero Sebastián Blanco, también se negó a reincorporarse a su club ucraniano, el Metalist Kharkiv. Ante la inseguridad que vive en Donetsk, Akhmetov aseguró hoy que el equipo jugará sus partidos como local en la vecina ciudad de Kharkiv.

 

“No vamos a tener que correr riesgos. Jamás llevaríamos a los jugadores a zonas peligrosas”, subrayó el magnate.