WASHINGTON. Con la devolución a Honduras de 40 adultos acompañados de menores comenzaron hoy las deportaciones de indocumentados que entraron recientemente en Estados Unidos, que serán seguidas por más en los próximos días y semanas, según anunció el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

 

“Estamos ante la fase inicial del proceso de deportaciones”, aseguraron a EFE fuentes del DHS, que recordaron la voluntad de las autoridades de acelerar los procedimientos para devolver a los indocumentados a Honduras, Guatemala y El Salvador de donde proceden.

 

El anuncio confirma las recientes declaraciones del secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, quien avisó, durante un reciente viaje a Texas, que las fronteras de EU “no están abiertas para la inmigración ilegal”.

 

Con motivo de una visita durante el fin de semana al centro de estancia temporal de adultos con niños en Artesia (Nuevo México) y Welsaco (Texas), Johnson dijo, dirigiéndose a aquellos que contemplan emigrar ilegalmente a territorio estadunidense, que el mensaje del gobierno federal es claro: “los mandaremos de vuelta”.

 

Los esfuerzos de Estados Unidos se encaminan a acelerar los procesos de deportaciones de “manera rápida, segura y humanitaria”, anunció el Secretario de seguridad.

 

Asimismo, instó a los ciudadanos centroamericanos “a sopesar si la inversión de miles de dólares” que hacen para atravesar la frontera se justifica viendo que serán devueltos nada más llegar.

 

Con el fin de acelerar las deportaciones de los menores centroamericanos que llegan solos a EU, la Casa Blanca indicó hoy que está abierta a cambiar la ley o crear una nueva.

 

A través de una nueva ley o introduciendo modificaciones al marco legal de 2008, el portavoz de la Casa Blanca informó hoy de que el gobierno está estudiando la manera de otorgar mayor flexibilidad al DHS “para repatriar a los individuos que no cumplan los requisitos legales para permanecer en el país”.

 

La ley de 2008, aprobada bajo el mandato republicano George W. Bush, prohíbe la deportación automática de los menores indocumentados procedentes de países no fronterizos, como es el caso de los niños centroamericanos, y obliga a que sus casos sean escuchados individualmente por un juez de migración.

 

Ante la falsa idea, presuntamente difundida por los “coyotes”, que se hacen los inmigrantes de que tendrán “el paso libre” una vez que lleguen a territorio estadunidense, el responsable de Seguridad Nacional reiteró que lo que les espera es la deportación.

 

En los últimos diez meses, los menores inmigrantes procedentes de Centroamérica suman 57,000, situación que ha adquirido dimensiones de “crisis humanitaria“.

 

Según fuentes oficiales, de las 233,000 deportaciones registradas en el año fiscal de 2014, un total de 87,000 corresponden a nacionales de Centroamérica, la mayoría de Honduras, Guatemala y El Salvador.

 

En este sentido, la petición del presidente de EU, Barak Obama, de 3,700 millones de dólares al Congreso pretende reunir fondos adicionales para reforzar la vigilancia, aumentar la ayuda humanitaria, acelerar los procesos judiciales, e incrementar la cooperación internacional.