Los ingresos de los hogares mexicanos que se sustentan en la agricultura familiar tuvieron un alza significativa en cinco años, lo que revela que este tipo de producción no sólo persiste en México, sino que da muestras de crecimiento a pesar de los “escasos” apoyos de gobiernos pasados, concluyó un informe del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

 

Incluso, más de la mitad (57.9%) de las 5.5 millones de unidades productivas agropecuarias en el país se dedica a la agricultura familiar, señaló el reporte “Agricultura familiar en América Latina: Un nuevo análisis comparativo”, presentado este jueves en México por el presidente del organismo internacional, Kanayo Nwanze.

 

El funcionario de la ONU destacó el crecimiento de este tipo de producción en el país pese a que, a excepción de Procampo, las acciones del Estado dirigidas a pequeños agricultores han sido “débiles o ineficaces”, optando en las últimas tres décadas por la creación de programas de corte social y de combate a la pobreza rural desvinculados de opciones productivas, además de que los apoyos y subsidios por lo regular se han enfocado en la agricultura comercial.

 

Antonio Yúnez, investigador del CIDE y participante del estudio, agregó que pese a las reformas de los últimos 20 años, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las bajas expectativas de administraciones anteriores de que la agricultura familiar persistiera, esta opción ha mostrado ser una opción para la seguridad alimentaria en el país.