Hay algo que tiene el Brasil de Felipao de 2014, quizá sea suerte. No juegan a nada pero ganan y ya están en semifinales. La edición más pobre de la verde amerela en mucho tiempo está a un partido de meterse a la final de su Mundial.

 

Una versión pálida y agotada de la oncena brasileña le ganó a Colombia, que quizá fue la selección que como equipo mejor futbol desplegó en este torneo. La historia de James Rodríguez llegó a su fin, con seis goles y solo 22 años, los cafeteros pueden irse tranquilos, tienen un mediocampista creativo para rato.

 

 

En un pase filtrado para Carlos Bacca  que  ingresó al área carioca, salió Julio César y le cometió falta al delantero colombiano, el árbitro español marcó penal desde ese momento, James Rodríguez tomó el balón y no lo soltó. Cobró el penal de forma magistral para ponerle nervio al juego: 1-2 perdía Colombia a los 78 minutos.

 

El penal 

 

 

 

 

 

 

Apareció David Luiz, el defensa central del Chelsea cobró un tiro libre que se coló en el ángulo superior izquierdo de Ospina;  un golazo a los 68 minutos, el derechazo del brasileño parecía que se iba pero el brazuca bajó  se metió en el arco colombiano.    

 

 

  Golazo de David Luiz 

 

 

 

     

 

 

Para los primeros minutos del segundo tiempo Colombia siguió dividido: defendía mal, muy cerca de su portería y con pocos elementos, pero atacaba con muchos y merodeaba el área brasileña. El ritmo bajó un poco en relación a lo visto en el primer tiempo, ningún equipo se hizo del balón, nade domino  y no hubo llegadas claras de nadie.

 

 

El primer tiempo se fue entre patadas, errores y un ritmo furioso. Errores en todas las líneas, la defensa colombiana no existió,  de medio campo hacia el frente James hizo poco pero cuando le dieron  un par de metros no lo detuvo  nadie. Brasil vivió el mejor momento de su mundial, los ataques cariocas siempre se convertían en una jugada de peligro.

 

 

El partido se abrió después del gol, en la zona defensiva Colombia fue complaciente, el arquero David Ospina hizo dos atajadas increíbles.

 

La defensa colombiana no existe, los dirigidos por Pékerman defienden con el arquero, el partido fue muy abierto desde eñ principio de un ritmo frenético, donde los dos equipos apostaron a matar o morir desde el principio. 

 

Colombia entró dormido a la cancha del Castelao, en cinco minutos no encontraba el balón, Brasil sin endorsarse mucho recuperaba la pelota. En un tiro de esquina en el que  Zapata  y Yepes se pasaron al querer rechazar el balón, llegó Thiago Silva a la espalda de Carlos Sánchez para empujar el 1-0 a los siete minutos del primer tiempo. 

 

 

El gol de Silva