La Procuraduría General de la República envió al Instituto de Ciencias Forenses (incifo) 40 cadáveres de migrantes encontrados en una fosa ilegal en el 2012, informó el Tribunal Superior de Justicia capitalino.

 

Se trata de los cuerpos localizados el 31 de mayo de ese año en el poblado de Cadereyta, Nuevo León, aunque en su momento se dijo que fueron secuestrados en Tamaulipas, donde se inició la averiguación previa correspondiente por la desaparición.

 
Ante la imposibilidad de identificar a las víctimas, y por tratarse de un delito relacionado con la delincuencia organizada, el asunto fue atraído por la PGR para su investigación, que solicitó el apoyo al TSJDF para lograr identificar a las víctimas, tal y como sucedió con los cuerpos de San Fernando.

 
El magistrado presidente, Edgar Elías Azar, informó que los cadáveres ya se encuentran en los refrigeradores del Instituto, donde un grupo de peritos argentinos trabaja en su identificación.

 
“Ésos (los cuerpos restantes) no fueron identificados por el gobierno de Tamaulipas y nosotros los jalamos para acá, para ayudarlos. Ya los tenemos aquí, y peritos argentinos están ayudando a la identificación de los cadáveres, porque son fundamentalmente de Centro y Sudamérica”, dijo el magistrado presidente Elías Azar.

 
Desde el 2011 fueron localizadas las primeras fosas clandestinas con cuerpos en avanzado estado de putrefacción, en algunos casos, descuartizados.

 
La PGR señaló a Miguel Ángel Treviño Morales, alias El Z-40, líder de Los Zetas, de haber ordenado la muerte de los indocumentados, quienes se negaron a trabajar para él en actividades ilícitas, o simplemente sus familiares no pagaron el rescate que exigía.

 
Asimismo, en el 2012, el INCIFO recibió la primera remesa de cuerpos procedentes de Tamaulipas, en este caso encontrados en el Rancho de San Fernando. En esa ocasión las autoridades capitalinas recibieron 96 cuerpos, de ellos todos fueron identificados y entregados a sus familiares, labor que llevó más de dos años.

 
“Estamos ayudando con el tema de San Fernando, Tamaulipas, recuerdan ustedes. Nosotros entregamos y entregamos hasta el último cadáver. Tardamos como más de 18 meses en hacer la labor de encontrar a los deudos, la de identificación, y hoy tenemos otros 40 cuerpos que no pudieron ser entregados en Tamaulipas y nos los mandaron para acá, para que los ayudemos a que se entreguen a sus deudos”, dijo el magistrado presidente.