Rubén Díaz Escamilla, padrastro y presunto agresor del pequeño Owen, aún no reúne las pruebas suficientes para demostrar que no todas las lesiones que sufrió fueron causadas por él, sin embargo, buscará presentarlas para determinar su inculpabilidad.

 

Su abogado, Marco Antonio Morales Bernal, informó que este domingo, en la sala 2 de los Juzgados de Control y Juicio Oral de Cuautitlán, el acusado compareció con dos abogados en representación del Ministerio Público.

 

 

Detalló que mañana un juez determinará si lo vinculan a proceso, luego de que hoy no se presentaron pruebas a su favor.

 

El pasado 11 de junio la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) lo detuvo por el delito de lesiones agravadas y por el cual podría alcanzar nueve años en prisión.

 
La aprehensión se realizó en el poblado de San Miguel, municipio de Tequixquiac, Estado de México, donde una vivienda que habitaba le servía de escondite. El presunto responsable ya fue recluido en el penal de Cuautitlán-México donde enfrentará un proceso penal por el delito de lesiones agravadas.