Que a partir de los crecientes rumores sobre cambios en el gabinete, los tiros salen de todos lados… Se dice que el ex secretario de Salud, José Antonio González Fernández, fue vetado para ocupar una de las más importantes secretarías de Estado en el actual gobierno peñista. Esa que alguna vez ocupó Ernesto Zedillo. Nos cuentan que quien podría ocupar dicha cartera muy pronto podría ser Aurelio Nuño, actualmente jefe de la Oficina de la Presidencia de la República. El objetivo es refrescar asuntos y personalidades, cambio de fichas pues.

 

Y hablando de cambios, los aires apuntan también allende nuestras fronteras. En política exterior, dentro del llamado circuito Revlon -nos referimos a las embajadas de París, Madrid y Roma- existe el rumor de que quien anda temblando es el embajador de esta última ciudad, quien ha logrado sobrevivir desde el pasado sexenio. Se trata de Miguel Ruiz-Cabañas Izquierdo, actual embajador en Italia, quien es cuñado de la ex canciller Patricia Espinosa y ha sido buen funcionario de carrera pero hasta ahí.

 

 

La seguridad en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México parece ser una misma gata nada más que revolcada. Recientemente le fue rescindido el contrato del servicio a Grupo Eulen por presentar más de tres mil certificados de capacitación apócrifos. La nueva empresa encargada es GSI Seguridad Privada, que curiosamente recontrató a la mayoría del personal y a la fecha, a decir de muchos guardias, no los han capacitado. Eso sí, Eulen todavía revisa las identificaciones a través de personas con discapacidad y monitorea las pantallas.

 

 

¿Alguien sabe dónde anda el senador y líder sindical de los petroleros Carlos Romero Deschamps? Ayer comenzó el debate de las leyes secundarias de la reforma energética en el Senado de la República y a pesar de ser secretario de la Comisión de Energía y cobrar su dieta, para variar fue el gran ausente. Nos dicen que no ha acudido a ningunas de las reuniones sobre el tema. Hace ya varias semanas que sufrió un accidente donde se fracturó el peroné. ¿Será que sigue convaleciente o más bien se anda haciendo ojo de hormiga?