BOGOTÁ. El jefe máximo de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri “Timochenko”, llamó a votar en blanco o a consolidar un frente opositor de ideas progresistas que incluya a la insurgencia y pueda formar coalición con el presidente que resulte elegido en los comicios del próximo 15 de junio en Colombia.

 

En un comunicado fechado en las Montañas de Colombia y firmado el pasado 27 de mayo pero divulgado apenas ayer, “Timochenko” aclaró que los colombianos se enfrentan a un “verdadero dilema” en las urnas, pues deben escoger entre el presidente Juan Manuel Santos, que aspira a la reelección, o el candidato uribista, Óscar Iván Zuluaga.

 

Se trata de un análisis inmediatamente posterior a los resultados de la primera vuelta electoral del pasado 25 de mayo, cuando Zuluaga, del Centro Democrático, ganó con el 29.25 % de los votos, mientras que el presidente-candidato, de la Unidad Nacional, obtuvo el 25.69%.

 

Pero “Timochenko” observó que “no se puede decir que ganó Oscar Iván Zuluaga”, sino que se benefició del “extraordinario desprestigio” del Gobierno de Santos, con el que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) negocian la paz en La Habana desde 2012.

 

Y planteó que el verdadero paradigma está en “elegir entre la continuidad inamovible de las políticas de despojo y violencia que representan los dos candidatos y la posibilidad de imprimir cambios urgentes y profundos en la institucionalidad y la sociedad colombianas”.

 

Para optar a esta segunda opción propone dos caminos. Por un lado, hacer una “espontánea y masiva votación en blanco, capaz de deslegitimar, incluso jurídicamente, las dos opciones militaristas y neoliberales”, lo cual considera algo apresurado.

 

Y por otro, reagrupar a los opositores de Santos, con la izquierda “tan bien posicionada en la reciente primera vuelta”, que representó la fórmula de Clara López y Aída Avella, “con el apoyo político de la insurgencia en su conjunto”.

 

“Timochenko” consideró que la debilidad de los dos candidatos deja espacio a un movimiento alternativo que también podrá pactar seriamente con ellos “un programa progresista de cambios”.

 

“Si bien la idea podría sonar atractiva, parece nacer más del deseo que de posibilidades reales. Por los plazos, el carácter precipitado de la coalición y del pacto mismo que diera lugar a la alianza, además de la fiabilidad y credibilidad que pudiera entrañar aliarse con enemigos declarados del pueblo colombiano”, indicó.

 

El líder guerrillero desmintió el lema santista de que votar por la reelección mantendrá vivas las negociaciones de paz entre el Gobierno y las FARC en La Habana y que apoyar a Zuluaga perpetuará la guerra.

 

Lo que les diferencia es que Zuluaga “se inclina decididamente por la intolerancia absoluta y la solución exclusiva por la fuerza” y Santos sigue empeñado en “conseguir la rendición de la insurgencia en la mesa (de diálogo) de La Habana, reservándose paralelamente el derecho a aplastarla por la fuerza”.

 

“Que a Oscar Iván Zuluaga le importe un pito aparecer como el abanderado de la guerra, no hace de Juan Manuel Santos un hombre de paz”, afirmó. EFE