Cuando el público europeo entra a una sala de conciertos es muy analítico con el artista que está parado sobre el escenario, tanto, que pareciera que entraron a una intervención quirúrgica. En cambio en México, cuando la música les llega, se desbordan las pasiones. Da la impresión de que es el único país con esa intensidad al momento de disfrutar la música.
Así define al público mexicano el cantante y compositor español Nacho Vegas, quien mañana presentará en Teatro Estudio Cavaret de Guadalajara y el 6 de junio en el Teatro Metropólitan su nuevo y sexto disco de estudio Resucitación, un material que salió a la venta desde el 8 de abril pasado bajo el sello de Terrícolas Imbéciles y que es promocionado con una gira que arrancó el 10 de mayo en Bilbao.
“Tuve la suerte de visitar México tocando en el Metropólitan con Enrique Búnbury cuando hice un disco con él y fue un shock ver el recibimiento que tuvimos y en mis posteriores visitas se mantuvo ese cariño. Tienen un ambiente de conciertos muy diferente al de Europa. Eso hace que cada visita sea más especial. Me gustaría visitar más ciudades en México, pero a veces es complicado. Lo que entendemos en España por una ciudad grande no es lo mismo que acá”, aseguró el músico.
Las letras de Vegas siempre se han caracterizado por reflejar los cambios políticos y sociales que se viven en su entorno y esta vez no fue la excepción, pues en Resucitación continúa con esa crítica hacia quienes están y ejercen el poder en su país.
En cuanto a lo musical Resucitación fue un disco producido por Paco Loco, que tuvo como primer sencillo Actores poco memorables. En la grabación, Nacho estuvo acompañado de sus músicos tradicionales: Abraham Boba, Manu Molina y Luis Rodríguez.
