MUGELLO, Italia. El regreso de la mejor versión de Jorge Lorenzo al mundial de MotoGP, con ocasión del Gran Premio de Italia disputado en Mugello, no sirvió para derrotar al sólido líder del campeonato del mundo, el hasta el momento imbatible Marc Márquez.

 

Mucha tinta se ha vertido sobre la situación de Jorge Lorenzo, pero en realidad lo único que le pasa al doble campeón del mundo de MotoGP en 2010 y 2012 es que su estado físico de principios de temporada no fue el mejor y la moto tampoco acompañó, pero en Mugello esa situación parece haber dado un giro radical.

 

Poco a poco Lorenzo está recuperando su mejor forma física y no se cansó de decirlo en Mugello, pero la llegada de los nuevos discos de freno de mayor diámetro, autorizados por el reglamento técnico del campeonato la pasada semana, han venido a ayudar a los pilotos de Yamaha, que colocaron sus dos motos en el podio, sólo superados por un inaccesible Marc Márquez, quien incluso se guardó dos comodines de los presumió, dos puntos de frenada en donde calcula que puede rebasar rivales de necesitarlo.

 

Márquez parece ser mucho Márquez y de seguir en esta línea de rendimiento será complicado que sus rivales lo puedan batir. Cada carrera es un reto y el líder del mundial no quiere dejar nada, se está mostrando como un auténtico caníbal en MotoGP.

 

Con sólo cinco motores para toda la temporada y dada la eficacia de los de Honda, aunque Dani Pedrosa se tuviera que conformar con la cuarta posición, Yamaha deberá buscar en su “archivo” soluciones distintas para neutralizar la ventaja de un piloto que a día de hoy es imbatible.

 

Los nuevos frenos de 340 milímetros de diámetro parecen haber servido para algo, pero es evidente que no basta y que deben continuar trabajando si quieres que Lorenzo y Rossi estén en disposición de batir al líder del Repsol Honda.