MONTEVIDEO. La avioneta argentina en la que cinco personas perdieron la vida y cuatro resultaron heridas este martes, al caer al río de la Plata, intentaba regresar a Argentina tras haber desistido de aterrizar en Uruguay, informó hoy el portavoz de la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU), Álvaro Loureiro.

 

“La avioneta había salido de San Fernando y venía para Carmelo, no pudo entrar en Carmelo por un problema de visibilidad, optó por regresar a San Fernando y allí fue en donde tuvo el accidente”, indicó.

 

Loureiro dijo que es posible que intentará un “amerizaje”, “por cómo quedaron los restos”.

 

El portavoz de la FAU se refirió también a los plazos de la investigación que realizará la Comisión Investigadora de Accidentes e Incidentes de Aviación, encargada de dilucidar las causas del accidente.

 

En su opinión, no debería durar mucho tiempo porque hubo supervivientes que darán su testimonio de lo que pasó y porque se pudo recuperar los restos de la aeronave.

 

El aparato siniestrado, un Beachcraft 200, despegó el martes del aeropuerto de la localidad argentina de San Fernando con ocho pasajeros y un piloto, y se dirigía a la ciudad uruguaya de Carmelo al instante de caer a las aguas del Río de la Plata, muy cerca de la costa de Uruguay.

 

Las víctimas mortales eran empresarios argentinos y tenían una relación de amistad, según la agencia oficial argentina Télam.

 

Se trata de Gustavo Fosco, un alto directivo de la empresa Renault Argentina; Fernando Sánchez, jefe de Comunicación Externa de la multinacional francesa; Fernando Lonigro, subgerente de la firma de turismo TTS Viajes; Facundo Alecha, jefe de Recursos Humanos de la compañía cervecera Quilmes, y Leandro Larriera, el piloto.

 

Todavía no se puede extraer los cuerpos del piloto y de un pasajero, pero la Armada uruguaya espera lograrlo en el transcurso de la jornada.

 

De los cuatro pasajeros rescatados con vida, dos, identificados como Santiago Villamil e Ignacio Llosa, fueron traslados a Argentina para ser atendidos de “traumatismos leves“, como fracturas en brazos y piernas.

 

Los otros dos supervivientes, identificados como Sebastián Vivona y Paula Buery, fueron trasladados a la localidad uruguaya de Colonia y presentan “pronóstico favorable”, según fuentes consulares.