Un presunto líder criminal y cinco de su cómplices que operaban en la zona limítrofe entre Nuevo León y San Luis Potosí, fueron detenidos por policías federales. Las autoridades los ligan con varios asesinatos secuestros; tráfico de drogas y armas, y robo de combustible en la región.

 

Se trata de la célula probablemente liderada por Joaquín Eduardo Ramírez del Río, de 50 años, identificado como jefe regional en los municipios de Linares y Allende en Nuevo León, además de Matehuala e Iturbide en San Luis Potosí. Su principal actividad era el robo de hidrocarburos, además de realizar la logística de los plagios y extorsiones, y venta de droga.

 

En un informe, la Policía Federal indica que la captura de Ramírez del Río tuvo lugar el pasado 20 de mayo, en una casa de seguridad en la colonia Sierra Morena, municipio de Guadalupe, en Nuevo León. Según la dependencia la investigación para su detención se derivó de un secuestro cometido en julio del 2013, donde fueron detenidas dos personas, y el domicilio donde se monto el operativo correspondía al de uno de los involucrados en el plagio.

 

En seguimiento a la detención de Joaquín Eduardo, quien portaba un arma larga abastecida, agentes federales ubicaron el domicilio de otro de los integrantes de este grupo en la colonia Agua Nueva, donde fue capturado Oscar Eduardo Ramírez, de 32 años, quien también portaba un arma larga, y del cual se presume estaba a cargo de las extorsiones y secuestros en contra de comerciantes de la zona.

 

En una tercera ubicación, en el fraccionamiento Almaguer, del municipio de Guadalupe, Nuevo León, se detuvo a cuatro personas, en compañía de una menor de edad, en posesión de cuatro armas largas, diversos cargadores abastecidos, cartuchos útiles, y tres vehículos.

 

La PF informó que a este grupo también se le decomisó un camión tipo pipa, el cual se presume fue el pago por la liberación de unas víctimas de secuestro, mismo que empleaban para el trasiego de combustible extraído de tomas clandestinas.

 

En total, les fueron asegurados: cinco rifles AK-47 y un fusil AR-15, 30 cargadores y más de mil cartuchos útiles, cuatro vehículos particulares, el camión tipo pipa y 14 celulares, los cuales junto con los seis detenidos, fueron puestos a disposición del Ministerio Público de la Federación.