WASHINGTON. Un nuevo caso de espionaje acorrala a Estados Unidos en la que puede denominarse como la peor época del presidente Obama en el tema de espionaje: en 2011, y con el objetivo de ubicar Osama Ben Laden, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) se inventó una campaña de vacunación con tal de recabar muestras sanguíneas que pudieran vincular su tipo de sangre.

 

Al respecto, la CIA se comprometió a no volver a usar en sus operaciones falsas campañas de vacunación. La historia la dio a conocer ayer el periódico The Washington Post.

 

El compromiso lo expresó una asistente en Seguridad Nacional del presidente de EU, Barack Obama, en una carta de respuesta a otra misiva en la que los decanos de doce facultades de salud pública estadunidenses se quejaban del perjuicio que suponen ese tipo de prácticas para toda la comunidad sanitaria del país.

 

El Washington Post cita como fuentes a dicha asesora, Lisa Monaco, y a la vocera del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, Caitlin Hayden.

 

Los decanos escribieron una carta a Obama en enero de 2013 para protestar por la operación en la que la CIA usó al médico paquistaní Shakil Afridi para conseguir muestras de ADN que pudieran confirmar la presencia de Bin Laden en la zona a través de una falsa campaña de vacunación contra la polio en Abbottabad.

 

Esa controvertida operación fracasó y Afridi fue condenado por traición a 23 años de cárcel.