La noche de la elección panista, Rafael Moreno Valle lucía como el mero-mero de la tropa maderista.

 

La estampa en el salón del Holliday Inn de Parroquia -ahí donde Gustavo Madero apareció el domingo a las siete de la noche para “dar color” de su triunfo- mostraba de lo más sonrientes a los personajes que hoy tienen el poder en Acción Nacional.

 

Y el principal, sin duda, era el gobernador de Puebla. Su alegría era tal que parecía el triunfador de la contienda interna del blanquiazul.

 

Nadie -en lo que aguardaban el arribo de Madero- le disputaba el espacio a Moreno Valle. Más bien lo seguían, le rodeaban y le reconocían cierta ascendencia sus propios compañeros gobernadores: Guillermo Padrés (Sonora) y Francisco Kiko Vega (Baja California).

 

Lo mismo se podría decir de la alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellano, y del equipo compacto de Madero, entre los que se contaban Santiago Creel, Marco Antonio Adame, Federico Doring, Arturo Salinas, Gustavo Parra.

 

Vaya, ¡hasta Luis Alberto Villarreal (coordinador de los panistas en la Cámara de Diputados) reconocía su autoridad!

 

-¿Es cierto que en Puebla se cerraron las cifras entre Ernesto Cordero y Madero?-, le preguntaron en medio del alboroto, antes de que apareciera el de Chihuahua.

 

Moreno Valle respondió con sarcasmo: ¡Uy sí…, cerradísimas! Y rio con ganas.

 

Tres horas después conoceríamos los resultados, estado por estado, y el porqué de la actitud del de Puebla. Y es que en su entidad, Gustavo Madero obtuvo un triunfo contundente: seis mil 132 votos frente a dos mil 17. Prácticamente tres a uno.

 

El sonorense también entregaba buenas cuentas, en el mismo tenor, de tres a uno: tres mil 641 de los maderistas frente a mil 142 de los corderistas. Al igual que el bajacaliforniano: tres mil 752 contra mil 251.

 

Pero la entidad donde Madero obtuvo el triunfo más amplio -agárrense- no fue ninguna de las tres anteriores. Es más, ni siquiera la gobierna Acción Nacional. Fue Nuevo León. Ahí Madero sumó seis mil 656 vs mil 725 para Cordero. ¡Una diferencia de casi cuatro puntos!

 

Pero aun así, la presencia se la llevaba Moreno Valle. Y los demás se la reconocían. Era, nos dirían, “el mero-mero”.

 

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PRECIADO, EL AUSENTE.- Así como a la hora de anunciarse el triunfo de Madero aparecieron personajes que no formaron parte del grupo de apoyo al chihuahuense -léase en particular el caso de Josefina Vázquez Mota-, hubo también algunos que se extrañaron.

 

Una de esas ausencias notorias fue la del coordinador del grupo parlamentario del PAN en el senado, Jorge Luis Preciado.

 

¿Sería porque los colimenses se inclinaron a favor de Cordero, quien se llevó mil 116 votos contra 866 de Madero?

 

A saber, pero de entrada -y ya que de negociaciones se hablaba a esas alturas de la noche-, se mencionaba la posibilidad de que la cabeza de Preciado cayera.

 

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EN LA BODA DEL NIÑO VERDE.- No sólo fue espectacular la boda del Niño Verde, Jorge Emilio González, con María Couttolenc el fin de semana pasado en Los Cabos. También hubo espacio para la grilla.

 

Cuentan que en un momento dado coincidieron en una mesa el presidente de la República, Enrique Peña Nieto; el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; el empresario Polo Vázquez Raña y el propio Jorge Emilio.

 

Y ahí, frente a esos actores, Vázquez Raña levantó la copa y dijo: “Brindemos por el próximo gobernador de Quintana Roo…”

 

No muy lejos, atestiguaban el brindis otros personajes del Partido Verde, como el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, y el senador Pablo Escudero. También por ahí, el mismísimo gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, y el líder de los senadores priistas, Emilio Gamboa.

 

¿Regalo de bodas?, se preguntaban.

 

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GEMAS: Obsequio -desde twitter- del ex candidato presidencial de Nueva Alianza, Gabriel Quadri. “¿De veras rescatarán como espacio público el Cine Cosmos? ¿Y el Frontón México? ¿De veras dignificarán la Zona Rosa? ¿Y avenida Chapultepec?”