Twitter colabora con la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, para crear mapas de terremotos en tiempo real, con ayuda de los tuits  que se publican desde las zonas afectadas.

 

“Estimar los tuits de impacto podría tener un potencial significativo en regiones que carecen de una red extensa de registro de terremotos, pero cuentan con una gran cantidad de tuiteros activos”, explica Mahla Miller, investigadora del proyecto.

 

¿Cómo funciona?

 

Los tuits que contengan la palabra “terremoto ” o “tsunami ” en diferentes idiomas, durante los primeros 10 minutos después de un sismo, serán incluidos en un mapa de “ShakeMaps”, herramienta de geolocalización utilizada por la agencia estadounidense U.S. Geological Survey.

 

Al relacionar los tuits con la distancia del epicentro del evento, se podrá detectar con exactitud los lugares a los que se deben mandar escuadrones de emergencia. Además, este mapa será útil para aquellas personas que necesitan prepararse para réplicas o en la eventualidad de un tsunami.

 

Para realizar los mapas, el U.S. Geological Survey cruzará tres variables: la información de los sensores sísmicos, ecuaciones de predicción de movimiento de tierra y factores de corrección geológica. Serán utilizados por organizaciones federales, estatales y locales, tanto públicas como privadas, para mejorar la respuesta tras el sismo y para la prevención y planificación de desastres de este tipo.

 

La construcción de estos mapas podría ser aplicada para identificar otros fenómenos como epidemias o desastres naturales.

 

Red Atrapa Sismos

 

No es la primera vez que la Universidad de Stanford plantea un proyecto como éste. En 2012 implementó, en conjunto con la Universidad de California, Riverside; y el Instituto de Geofísica (IGI) de la UNAM, una “Red Atrapa Sismos (RAS)” que consiste en colocar sensores sísmicos al puerto USB de las computadoras, con una conexión a Internet, para detectar las vibraciones del suelo durante un temblor.

 

Esta herramienta permite a los especialistas obtener y difundir información sobre el epicentro y la magnitud de un sismo, datos que se integran a un mapa de intensidad en un tiempo aproximado de 10 segundos y que puede consultarse en la página ras.unam.mx.

 

El objetivo de la RAS es llegar a ser la “red sísmica más grande del mundo” a un bajo costo. Actualmente opera en la costa del Pacífico, particularmente en Guerrero y en Oaxaca, así como en la Ciudad de México, por lo que cualquier usuario puede integrarse como voluntario para ayudar a enriquecer la exactitud de este mapa sismológico.