Accionistas de Grupo Comex demandaron un arbitraje por incumplimiento contra Sherwin-Williams, toda vez que estimaron que la estadounidense no realizó los esfuerzos requeridos para aprobar la compra-venta por parte de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).

 

En un comunicado, el consorcio Comex refirió que el pasado 8 de abril presentó una solicitud de arbitraje ante la Corte Internacional de Arbitraje (CCI) contra The Sherwin-Williams Company y Sherwin-Williams (Caribbean), por no realizar los esfuerzos requeridos para obtener la aprobación de la Cofece.

 

“Luego de que la Cofece rechazara dos veces la solicitud de aprobación de la compra de Comex, la última vez en octubre de 2013 y en gran medida porque Sherwin-Williams había hecho caso omiso de las recomendaciones de los accionistas de Comex, éstos, de buena fe y con ánimo de salvar la transacción, otorgaron a la estadounidense una nueva prórroga del contrato hasta marzo de 2014”, afirmó.

 

Refirió que pese a esta extensión de cinco meses, la estadounidense presentó al organismo regulador la notificación respectiva hasta el 24 de marzo de 2014, sólo cinco días hábiles antes de vencer el contrato, “volviendo material y legalmente imposible el que la Comisión emitiera una resolución antes del 31 de marzo”.

 

De acuerdo con Comex, durante este periodo de cinco meses, los esfuerzos hechos por Sherwin-Williams en su manejo ante la Cofece para lograr su aprobación “cayeron muy por debajo del estándar establecido en el contrato, evidenciando desinterés”.

 

En abril pasado, luego de los fallos de la Cofece, Sherwin-Williams dio a conocer que se desistió de su acuerdo para adquirir la empresa mexicana Comex por 2.34 mil millones de dólares.

 

Según la empresa estadounidense, bajo los términos del acuerdo, cualquiera de las dos partes podía rescindir el contrato en caso de que el cierre de la adquisición no se concretara en o antes del 31 de marzo de 2014.

 

Sherwin-Williams, con sede en Cleveland, Ohio, interpuso así una demanda el pasado 3 de abril ante la Suprema Corte de Justicia de Nueva York, a fin de solicitar que declare que hizo “esfuerzos comerciales razonables como requería el acuerdo de adquisición”.