El uso de la herbolaria en México está tan extendido que cifras oficiales apuntan a que 50% de la población utiliza exclusivamente este tipo de remedios para atender sus problemas de salud, no obstante, su consumo indebido o sin control genera costos millonarios para el sector salud debido a las consultas médicas y hospitalizaciones.

 

Un análisis de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) advierte que el uso inadecuado de plantas medicinales o la automedicación con este tipo de remedios pueden provocar reacciones adversas al organismo, lo que conlleva un gasto mayor en atención y medicamentos.

 

Tan sólo en 2011 el costo por disminución de nuevos casos en clínicas relacionados con el consumo inadecuado de remedios herbolarios fue de 16.5 millones de pesos, lo que significa un ahorro importante para el sector Salud, señala el análisis que se realizó para el proyecto de Norma Oficial Mexicana NOM-073-SSA1-2014 sobre estabilidad de fármacos y medicamentos, así como de remedios herbolarios.

 

Por lo general la población considera que los remedios herbolarios son inocuos, es decir, que por provenir de una planta son incapaces de hacer daño, visión que con frecuencia también es compartida por profesionistas de la salud.

 

Sin embargo, la Cofepris subraya que estos remedios solamente se apoyan en el conocimiento popular o tradicional y se emplean como auxiliares sintomáticos, es decir, no hay evidencia científica de su utilidad para el alivio, además de que hay muchos venenos naturales que pueden ocasionar alteraciones en el organismo.

 

Ante estos hechos, la regulación sanitaria que la Secretaría de Salud puso a revisión de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) permitirá que los productos industrializados a base de plantas puedan utilizarse como medicamentos, remedios herbolarios o suplementos alimenticios.

 

“Los remedios herbolarios pueden o no contener extractos estandarizados. Al emplear material botánico es necesario establecer con seguridad el género y especie de las plantas empleadas, por lo que es indispensable la identificación taxonómica”, señala el documento.

 

Como parte del control y de acuerdo con las “buenas prácticas” de fabricación de los remedios herbolarios se deben realizar, entre otras pruebas, los estudios de estabilidad con al menos pruebas físicas y microbiológicas. Todo ello en su conjunto permitirá dichos insumos sean seguros, eficaces y de calidad.

 

Con la aplicación de esta norma, la Cofepris espera que, derivado de la mejora de la calidad en estos productos, se vea una disminución en los casos nuevos registrados relacionados con infecciones respiratorias agudas, enfermedades gastrointestinales y padecimientos del sistema circulatorio, que por lo regular se intensifican con el uso no controlado de la herbolaria.