Maestros de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) incursionan ahora como nuevos empresarios transportistas foráneos.

 

Afuera de las oficinas del magisterio, que localizan en la calle de Armenta y López, a una cuadra del Palacio de Gobierno, donde se ubican las oficinas del gobernador Gabino Cué Monteagudo y a una lado de las instalaciones alternas de la Secretaría General de Gobierno, venden boletos baratos a la Ciudad de México sin que cuenten con los permisos o sean molestados por el gobierno estatal.

 

Un viaje normalmente a la capital del país que lo realiza la empresa Autobuses de Oriente (ADO) tiene un costo de 522 pesos sólo de ida; el redondo costaría el doble, es decir mil 042 pesos.

 

Pero si usted decide apoyar al magisterio, el boleto sencillo le cuesta 230 pesos y redondo 560 pesos y además cuentan con varios horarios de llegadas y salidas.

 

El ticket puede ser adquirido afuera de las oficinas sindicales en unos puestos que exhiben los precios en cartulinas rosas y se le paga directamente al profesor expendedor.

 

Pese a que el tráfico en el centro de la ciudad es caótico, los “transportistas magisteriales” estacionan las pesadas unidades en plena calle y ahí a la luz de las autoridades, hacen negocios.

 

La Sección 22 además convirtió la calle de Armenta y López para que el estacionamiento funcionara en batería y así los maestros tuvieran sus espacios sin que nadie se atreva a molestarlos.

 

Mientras en el Zócalo mantienen una mesa de denuncia, en donde exigen la liberación de los profesores acusados de haber secuestrado a los sobrinos del presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani.

 

Ayer, entregaron su pliego de demandas al gobernador Cué Monteagudo, quien dejó entrever que está dispuesto a ceder a las exigencias de sus aliados.

 

En mayo ya anunciaron que habrá movilizaciones para presionar tanto al gobierno federal como al estatal.