MOSCÚ. El gobierno de Ucrania informó hoy la detención del agregado naval de la embajada rusa en Kiev por presuntos actos de espionaje, mientras separatistas prorrusos tomaron el edificio de la Fiscalía de la región de Donetsk, en el este ucraniano.

 

En un comunicado, el ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania informó que el diplomático ruso, cuya identidad no precisó, fue detenido el miércoles mientras realizaba actividades de inteligencia sospechosas de espionaje y se le ordenó salir del país.

 

“El agregado naval-militar de la embajada de Rusia en Ucrania ha sido declarado persona non grata en conexión con sus acciones, que no son incompatibles con su estatus diplomático de conformidad con la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961″, indicó.

 

El ministerio destacó que el agregado naval ruso recibió la orden de abandonar el país, aunque no especificó la fecha límite, “El diplomático se encuentra ahora a la espera de su expulsión del país”, indicó el comunicado, según reporte de la agencia Interfax-Ukraine.

 

De acuerdo con el sitio de la embajada de Rusia en Ucrania, el agregado naval ruso es Kirill Koliuchkin, reconocido por su labor en foros de inteligencia en línea y sitios web de Ucrania, y como teniente-coronel de la Dirección de Inteligencia de las Fuerzas Armadas de Rusia.

 

El experto militar ucraniano y bloguero, Dmitry Tymchuk, reveló que Koliuchkin llegó a Ucrania el 20 de febrero pasado como parte de una delegación del Kremlin que incluyó agentes del Servicio de Seguridad Federal, personal militar e inteligencia, entre otros funcionarios.

 

Según Tymchuk, el agregado naval y el resto de la delegación rusa, fueron recibidos en el aeropuerto de Boryspil de Kiev por, el jefe del Servicio Secreto de Ucrania (SBU), el mayor general VV Byk, destacó el reporte de la agencia informativa .

 

El presunto caso de espionaje del diplomático ruso se da a conocer en momentos de la crisis que enfrenta Ucrania por el levantamiento armado de grupos separatistas en el este del país, que según las autoridades interinas es orquestado por el gobierno ruso, aunque Moscú lo niega.

 

Tras la anexión de Crimea a finales de marzo pasado, Rusia ha advertido que se reserva el derecho a intervenir para proteger a los ciudadanos de origen ruso, por lo que mantiene a decenas de miles de soldados en la frontera occidental con Ucrania.

 

El gobierno ucraniano en funciones acusa a Rusia de orquestar el levantamiento de separatistas pro rusos en el este de Ucrania, principalmente en la región de Donetsk, donde fue tomado este jueves el edificio del fiscal regional.

 

Los atacantes lanzaron piedras contra los policía que custodiaban el edificio antes de asaltarlo y levantar por todo lo alto la bandera de la auto proclamada República Popular de Donetsk, que es desconocida por las autoridades ucranianas.

 

Militantes desarmaron a los policías ucranianos y los expulsaron por la fuerza del recinto, causando heridos de ambos bandos, varios de gravedad, según medio locales que reportaron también la toma del edificio del ayuntamiento de Amvrosiyivka, en Donetsk.

 

La tensión en el este de Ucrania ha aumenta considerablemente en las últimas semanas, por lo que el presidente interino, Alexandr Turchinov, reconoció la víspera que su país estaba “indefenso” ante la ocupación pro rusa de los edificios gobierno y sedes de la policía.

 

Ante la crisis, el presidente ordenó este jueves restablecer el servicio militar obligatorio en Ucrania para hacer frente al deterioro de la seguridad en el este del país.