Hace un año el Plaza Condesa explotó bajo la mística de la música balcánica. Ese hechizo poderoso se contagió bajo la magia de Klezmerson, Triciclo Circus Band, De Leon, Cirko de Mente y Golem. Con un sold out se cerró la segunda edición de un festival único en la Ciudad de México. Este 2014, su tercer edición se presentó renovada, reinventada y exquisita.
El porqué nos hechizo a todos
La música balcánica (con todas su variantes) no sólo ha sido bien recibida en México sino adoptada con cariño hasta hacerla casi propia, no es coincidencia pues las bandas de aliento forman parte de nuestro folclor musical desde hace dos siglos. Curiosamente el inicio del furor por estos ritmos gitanos puede ubicarse en 1995 con esa obra maestra llamada Underground del emisario por excelencia de la tradición balkan, Emir Kusturica.
Su No Smoking Orchestra fue la llave para desatar una adicción que tuvo el momento perfecto al generarse un boom mundial sobre el género. Si alguna duda cabe sobre el impacto que tiene en nuestro país, la reciente visita de Goran Bregovic puso de cabeza todo lugar donde se presentó y ni la torrencial lluvia detuvo sus presentaciones con llenos totales.
Eslabón tras eslabón
En toda esta cadena de hechos ha habido un hilo conductor, Discos Corasón ha sido el culpable silencioso de apostar no sólo por este estilo, sino apoyar el World Music con el extraordinario buen gusto de Eduardo Llerenas y Mary Farquhuarson. Todo mezclado con un cariño extraordinario hacia la música. Tanto los discos como los eventos que producen se realizan con un cuidado artesanal, algo ya extinto en la industria musical. En contrasentido de lo que pudiera pensarse, Discos Corasón no es una disquera homogénea, sino su heterogeneidad de propuesta la ha distinguido por valiente, y los festivales Balagan Balkan son ejemplo perfecto.
Para la edición 2014 la cabeza de cartel la encabezaron Golem, banda neoyorquina de música klezmer, lidereada por Annete Kogan, cuya dotación musical es sorprendente. Acordeón, violín, pandero, trombón, contrabajo y batería forma el arsenal con el que fusionan el gypsi con Ska, Rock y Punk. El año pasado el click fue absoluto y la audiencia quedó sedienta del mítico monstruo de la tradición judía.
Acompañaron el cartel Slavic Soul Party, un trío de alientos que convierte sus conciertos en un carnaval con performance, su nombre es apenas justa realidad de lo que hacen en escena, para más cartas credenciales, todos grabaron en el nuevo disco de Gogol Bordello.
Y como gran sorpresa, se presentó Pasatono, orquesta mixteca con más de 15 años de trayectoria que sigue la tradición gitana de ir de pueblo en pueblo de la sierra oaxaqueña llevando su espectáculo. Dirigidos por el maestro Rubén Luengas Pérez, mezclan el sonido tradicional (y tristemente casi extinto) de las bandas mixtecas de alientos, cuerdas y percusiones bajo la sólida formación académica de la tradición europea de su director.
En su tercera edición, el festival se consolidó y renovó como una realidad que reúne el talento nacional con los mejores exponentes del mundo balkan, las puertas del corazón gitano se abrieron para cobijar con alegría a los participantes. Imperdible vivencia.