GAZA. Tras meses de infructuosos contactos, el movimiento islamista Hamás, que gobierna en Gaza, y el partido nacionalista palestino Al Fatah, presentaron un acuerdo de reconciliación que incluye la convocatoria de elecciones en enero y la formación, antes del 1 de julio, de un gobierno de unidad.

 

El enésimo plan de reconciliación palestina fue sellado anoche en la residencia privada del primer ministro y líder de Hamas en Gaza, Ismail Haniya, y fue recibido con hostilidad por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien acusó al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y de Al Fatah, Mahmud Abás, de no querer la paz.

 

Benjamín Netanyahu anunció la cancelación de la reunión que los negociadores israelíes y palestinos tenían previsto celebrar ayer, en respuesta al acuerdo de reconciliación.

 

“Tiene que decidir. Quiere la paz con Hamás o quiere la paz con Israel. Puedes alcanzar una pero no ambas. Espero que elija la paz, que hasta ahora no lo ha hecho”, aseguró tras una reunión con el canciller austríaco, Sebastian Kurz, de visita en el país.

 

La novedad del anuncio reside en el hecho de que establece fechas aproximadas para unas condiciones que ya fueron aceptadas por ambas partes en los pactos de Doha de 2012.

 

La primera, la formación de un gobierno de unidad nacional, presumiblemente bajo liderazgo de Al Fatah, en un plazo de cinco semanas, y la segunda la celebración de elecciones seis meses después de que este comience a ejercer.

 

Si los plazos establecidos se respetan, ese gabinete de transición estaría listo la primera semana de junio -aún se desconoce con cuantas carteras-, y los comicios se podrían convocar, como muy pronto, en enero de 2015.

 

Esta hoja de ruta coincide con los planes que Estados Unidos baraja sobre el exangüe proceso de paz entre palestinos e israelíes: desde hace meses se negocia la posibilidad de que el diálogo -que culmina el 29 de abril- se prolongue hasta final de año.

 

Las perspectivas de un acuerdo comenzaron a despejarse el pasado domingo, después de que representantes de Hamas se reunieran en Egipto y El Cairo autorizase el retorno a la Franja de Musa Abu Marzuk, número dos de la oficina política del movimiento, que dirige Jaled Mishal.

 

Abás, por su parte, anunció que su representante sería Azam al Ahmad, su mano derecha en asuntos de reconciliación, quien se desplazaría hasta Gaza -asediada por el Ejército israelí desde 2007- al frente de una delegación de alto rango.

 

La clave, que junto a las dos condiciones ya aceptadas, se uniera en un mismo paquete la reactivación del alto comité para la reforma y la renovación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

 

Un condicionante que el movimiento islamista exigía y que permitirá a Hamás y otros poderes políticos poder sumarse al Comité Ejecutivo de la organización, hasta ahora único representante del pueblo palestino en el mundo.

 

La fractura entre Al Fatah y Hamás se remonta a 2007 cuando tras meses de desencuentros y actos violentos, los islamistas se hicieron con el control de la franja de Gaza por la fuerza tras enfrentarse a las fuerzas leales al presidente Abás. Desde entonces, Hamás gobierna en Gaza y un Ejecutivo fiel a la ANP en Cisjordania, y pese a que ambas partes han emprendido diversos procesos -que esta vez apoyan Egipto y Arabia Saudí- para poner fin a la división, todos han fracasado.

 

Horas después de que las facciones palestinas anunciasen su acuerdo de reconciliación, la aviación israelí lanzó un ataque selectivo en la franja de Gaza, en el que dos jóvenes que conducían una motocicleta resultaron heridos leves.

 

Acuerdo dañará “seriamente” negociaciones: EU

 

WASHINGTON. Estados Unidos mostró su “decepción” por el acuerdo de reconciliación entre los gobiernos de Ramala y Gaza y advirtió de que puede “complicar seriamente” los esfuerzos para extender las negociaciones de paz, al considerar que no puede esperarse que Israel negocie con Hamás.

 

El secretario de Estado de EU, John Kerry, conversó sobre el asunto por teléfono con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, después de que este anunciara que se cancelaba la reunión prevista entre los negociadores israelíes y palestinos, según informó la vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki..

 

“Esto podría complicar seriamente nuestros esfuerzos y los esfuerzos entre las partes para extender las negociaciones” más allá de la fecha del 29 de abril, establecida como límite en el acuerdo inicial para reiniciar las conversaciones de paz el pasado julio, dijo Psaki en una conferencia de prensa, en alusión al acuerdo de reconciliación.

 

“Es difícil imaginar cómo se puede esperar que Israel negocie con un gobierno que no cree en su derecho a existir”, indicó Psaki en referencia a Hamás.

 

El proceso de paz impulsado por Kerry se encontraba de por sí en un momento delicado antes de anunciarse el acuerdo, a raíz de la decisión del gobierno israelí de eludir la liberación de la última tanda de 104 presos palestinos, prometida antes del inicio del diálogo.

 

En respuesta, los palestinos anunciaron su decisión de adherirse a una quincena de organismos y tratados internacionales, algo que Israel rechaza.