MOSCÚ. El gobierno de Rusia descartó hoy tener intenciones o interés de cruzar las fronteras de Ucrania, y afirmó que está listo para proteger los derechos de los rusoparlantes en territorio ucraniano con medidas políticas, diplomáticas y legales.

 

El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, prometió este sábado que “no habrá invasión” de Rusia en Ucrania y anunció que mañana domingo en París se reunirá con el secretario estadunidense de Estado, John Kerry, para discutir la situación ucraniana.

 

En una entrevista con la televisión estatal rusa Rossiya, Lavrov aseguró que las tropas de su país no cruzarán la frontera de Ucrania, en respuesta a las especulaciones de que el interés del presidente Vladimir Putin no se limita a Crimea.

 

El canciller admitió que las tropas rusas realizaron cerca de la frontera oriental ucraniana un movimiento descrito como un “enorme fortalecimiento militar” por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero negó que se prepare una incursión.

 

Tras la entrevista, el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores informó que Kerry llamó por teléfono a Lavrov y que ambos acordaron discutir la crisis en Ucrania mañana domingo en la capital francesa, de acuerdo con despachos de la agencia de noticias Itar-Tass.

 

Los nuevos esfuerzos por aliviar la tensión fueron anunciado un día después de que los presidentes de Rusia y de Estados Unidos, Barack Obama, tuvieron una conversación telefónica sobre el tema.

 

Putin sugirió que se discutan las posibles medidas internacionales para ayudar a estabilizar la situación en Ucrania y ambos acordaron que los parámetros específicos de este trabajo conjunto se debatirían en un futuro próximo por respectivos cancilleres.

 

En este contexto, el Palacio del Kremlin anunció que Moscú comenzó los preparativos para la terminación de los acuerdos bilaterales con Kiev relacionados con el estado y funcionamiento de la flota rusa del Mar Negro.

 

La decisión fue tomada en una reunión del Consejo de Seguridad de Rusia, presidido por Putín, informó Dimitri Peskov, portavoz de la presidencia rusa, citado en reportes de la agencia local de noticias RIA Novosti.

 

El vocero precisó que se prevé desechar un acuerdo de 1997, relativo a las condiciones de estancia de la Flota rusa en Crimea, que se prorrogó por 25 años, en un pacto firmado en 2010 por el expresidente ucraniano Víktor Yanukóvich.

 

A cambio de esa prórroga, Ucrania recibió un descuento por cada metro cúbico de gas natural importado de Rusia.

 

Un proyecto de ley para anular ese acuerdo en particular fue presentado a la Duma (cámara baja del Parlamento ruso) la tarde del viernes, refirió Peskov.

 

La Flota rusa del Mar Negro tiene su sede en Sebastopol, una ciudad con estatus especial dentro de Crimea, que se convirtió en territorio ruso la semana pasada después de 60 años de ser parte de Ucrania.

 

El Kremlin dijo que debido a que la base de esa flota ya no se encuentra en Ucrania, “no hay motivos legales para que continúe el descuento”.